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15 de octubre de 2010

RELATOS PERUANOS # 2

RELATOS PERUANOS


BUSQUE SI GUSTA EL # 1
PARA MEJOR COMPRENSIÓN...


LIMA... ¡AQUÍ ESTAMOS¡

LA CATEDRAL DE LIMA

Después de haber salido por fin del aeropuerto, luego que el P. Luis charló largo y tendido con sus “amigos” de la Interpol que lo confundieron con un rufián (“homonimia” le dijeron) llegaron por nosotros varios amigos franciscanos, entre quienes recuerdo a Fray César. Por supuesto que ya era la madrugada, y muy fría... pleno Agosto. Y Agosto en Sudamérica es frío porque es lo contrario a nosotros... acá verano, allá invierno. Recorrimos una parte de Lima, hasta el centro, pues el Convento de “San Francisco El Grande” de Lima, queda a sólo unas dos cuadras del bello Palacio Nacional y de la Catedral... de la Plaza principal de Lima... el corazón de la ciudad. La verdad yo no estaba preparado para el frío... el suéter que llevaba era muy ligero. ¡Qué amables nuestros anfitriones¡... en parte por ser peruanos y en parte por ser franciscanos. Pude sentir en verdad una actitud de nobleza humilde, muy diferente a la de otros hermanos latinoamericanos. El peruano sabe que su pasado es esplendoroso y grande y que su país poco a poco va desterrando la pobreza... ¡Que gran honor ser peruano¡ ¡Qué bella Lima en verdad¡

CENTRO DE LIMA
EL CONVENTO

Llegamos enmedio de una ciudad sola y apacible, por la hora tan temprana, al convento que está silencioso y oscuro. Grandes avenidas nos dicen que ésta es una ciudad pujante en la que se mueve mucho de la economía del país. Después de dejar las maletas, tenemos un rato de amena chorcha en la que relatamos nuestro viaje y las peripecias del aeropuerto. Nuestros anfitriones nos ofrecen de cenar con un delicioso y humeante té de manzana, que sabe a gloria por lo frío del ambiente. En realidad no recuerdo mucho de la cena, porque ya estaba más dormido que despierto... En verdad agradable el momento por lo cordial de la bienvenida y lo amistoso de las preguntas y recomendaciones. Hablamos de planes de visitar Cuzco y Machu Pichu; ¡Con cuánto y justificado orgullo nos hablan de Machu Pichu y los Incas¡ Así como nosotros los Mexicanos nos sentimos mitad Aztecas mitad Españoles, así ellos se sienten mitad Incas mitad Españoles... somos síntesis del pasado que explica nuestro presente. ¡No queremos ser europeos ni pretendemos serlo porque estamos orgullosos de ser Mexicanos y Peruanos¡ En eso coincidimos. Nos informan de horarios y nos recomiendan reservar con tiempo. Nos hablan de la imperiosa necesidad de visitar el convento Dominico ¡Qué herejía¡ ¡visitar a nuestros eternos rivales¡ Pero, por favor un momento, vamos a visitar a San Martín de Porres, no a los Dominicos en sí, más bien su capilla, su tumba. Ni hablar, a un lado las rivalidades y competencias, mira que San Martincito es San Martincito, con todo y ratoncitos con que lo representan en cuadros y estatuas grandes, pero sobre todo pequeñas. San Martín De Porres, orgullo del Perú y de la Iglesia.

SAN FRANCISCO EL GRANDE, LIMA PERU

LAS CELDAS

Finalmente nos dieron nuestras celdas en el ala de huéspedes a mi y al P. Luis en la zona de la fraternidad (a fin de cuentas él es el fraile y yo el arrimado... aunque fuí fraile, pero ya no cuenta) Nos dan nuestras celdas, les decía, pero... ¡no se asusten¡ no estábamos presos ni nada de eso; así se llama a las habitaciones de los conventos franciscanos y no porque tengas que dormir encadenado, no porque huelan mal o porque debas estar “guardado” tras barras de acero o con un guardia, no nada de eso. Desde antiguo San Francisco dispuso que sus frailes habitaran en la mayor austeridad, por ello las celdas de los conventos franciscanos –viejos y nuevos-- son pequeñas, con una camita, un buró, una silla y un escritorio, ¡ah¡ y un pequeño librero y por supuesto algunos libros entre los que siempre están los cuatro tomos de la “Liturgia De Las Horas”, La Biblia de Jerusalém, algun libro del P. Larrañaga (El Hermano de Asís ó “El Silencio de María”), el libro de la BAC “San Francisco de Asís, Escritos, Biografías y Documentos de la Época” de José Antonio Guerra, el directorio telefónico de la Provincia Franciscana de que se trate y algún libro de Anthony De Mello. No puede faltar el cuadro de Juan Pablo II “El Papa”, aunque ya esté Benedicto XVI, todavía no llegan suficientes cuadros y no puedo saber por qué de esto. Y por supuesto a la cabecera un Cristo, de preferencia el de San Damián. Así es una celda Franciscana austera.

FRANCISCO Y CRISTO

Ya con el tiempo y el perfeccionarse en la virtud de la observancia de la Regla (de San Francisco, no crean que los Franciscanos observan “otras reglas”, no, jamás) el fraile poco a poco en forma paciente --y consistente-- va enriqueciendo su santa celda, por ejemplo, con un espejo con el que se confronta todos los días y en el que va constatando el paso del tiempo y de las batallas... perdidas y ganadas. También se enriquece su “habitat” con un televisor (siempre a color... nunca blanco y negro ¡ya no se consiguen mal pensados¡), un ventilador chino, un calentador tan chino como el ventilador, un tapete de animalitos que le tejió su hermana, un cuadro al óleo que le pintó su tía, algunas mancuernas que le regaló su sobrino para hacer un poco de pesas y estar en condición, una bicicleta estacionaria que le trajo “El Niño Dios” hace dos navidades (en la que pone, en los manubrios, sobre todo, ropa a secar cuando llueve), un juego de carpetitas floreadas que le tejió su abuelita, una pequeña pecera ovoide con piedritas ya un poco sucias (para cuando vaya un pez de visita), una grabadora que le regalaron sus cuates de la prepa cuando profesó, saliendo del noviciado; un DVD player que le regaló en contra de su voluntad un bienechor (y a la mejor ya hasta un Blue-ray) y muchos, muchos libros... toneladas de libros, que es difícil creer que el santo hermano –con tanto trabajo que tiene-- los haya leído todos. También pareciera que el hermano es artesano de Tonalá o de Dolores Hidalgo, porque acumula en su celda tanta tierra –sobre todo debajo de la cama-- que le alcanzaría –agregando un poco de agua-- para hacer un juego de macetas.

Pero enmedio de todos esos bienes materiales, el hermano se conserva pobre y humilde, porque sabe que lo único que le pertenece es su Santa Regla de San Francisco, su Breviario y su Santo Hábito, sin contar con sus sandalias reglamentarias. Sabe que todo lo demás es equipaje del que puede prescindir... sobre todo de la bicicleta estacionaria, que le estorba el paso y la visibilidad en su santa, pequeña y austera celda.

En ocasiones el fraile "agoniza" penosamente porque siente un poco de “cargo de conciencia” por lo que no necesita y tiene, pero su Ángel de la Guarda --como siempre-- lo libra de las garras del enemigo y le hace pensar y meditar profundamente en la gran misericordia de Dios... además, recuerda El Santo Evangelio en el que Jesús dice --palabras más palabras menos-- que a los que lo sigan les dará nada más y nada menos que el ciento x uno... y recuerda con gran consuelo espiritual que --cuando llegó al aspirantado-- apenas si llevaba consigo un cartoncito con todas sus pertenencias... ahora las podría empacar –si lo cambiaran de convento-- precisamente en unos cien “cartoncitos”... el ciento por uno, hermanos.


A dormir... mañana será otro día, pensé. Lima, mañana te tomo muchas fotos, soñé.

CONTINUARÁ IRREMEDIABLEMENTE...


PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.

7 de octubre de 2010

JESUS ESTA VIVO

Dios le dice: “Hechos 4,10”, y le cura milagrosamente
de cáncer terminal de huesos

La historia de Paul Callaghan, recién publicada en la revista GoodNews, ya sería impactante sin su curación milagrosa de cáncer de huesos. Con ella, es tumbativa.

JESUS SIGUE SIENDO LA ALEGRÍA DE LOS HOMBRES

Paul Callaghan, de 43 años, casado y con tres hijos, nació y aún vive en Liverpool, Inglaterra. De niño pensó en hacerse sacerdote, pero cuando tenía 14 años su padre murió, y Paul, enfadado con Dios, se alejó de la Iglesia e ingresó en el ejército. Durante diez años estuvo en algunos lugares peligrosos por el mundo. De vuelta al Reino Unido en 1997, su novia (y luego esposa) Christina le acercó de nuevo a la fe y, por consejo del padre Jimmy Collin se inscribió en un Cursillo de Cristiandad. Allí fue donde sintió por primera vez "la presencia del Espíritu Santo", en una misa, después de confesarse. Después se presentó como voluntario con las Misioneras de la Caridad (las monjas de la Madre Teresa de Calcuta) para atender gente sin hogar.

La
primera parte de su historia la contó en 2008 la periodista Kristine Cooper, directora de Goodnews (www.ccr.org.uk), la revista inglesa de la Renovación Carismática Católica: cómo se desarrolló su cáncer, cómo milagrosamente éste no le dolía, cómo la Virgen le pidió organizar un grupo de voluntarios para alimentar a los sin techo en las calles (la Sociedad Madre de Misericordia, www.motherofmercysociety.com ) , y cómo este grupo creció. Pero en el último número de Goodnews, de septiembre-octubre 2010, Kristine Cooper explica la milagrosa desaparición del cáncer de Paul Callaghan, para escándalo del Hospital de Cáncer de Clatterbridge (www.clatterbridge.org), donde aún no entienden lo que ha pasado.

Nos limitamos aquí a traducir del inglés el artículo de Kristine Cooper en Goodnews con la historia del milagro.

"El fundador de Madre de Misericordia, curado de cáncer de huesos avanzado"

La última vez que vi a Paul Callaghan fue hace dos años cuando lo entrevisté acerca del ministerio para personas sin techo “Madre de Misericordia”, que Nuestra Señora le había inspirado (lo publicamos en la revista GoodNews, Nov/dic 2008 ). Sufría de cáncer de huesos terminal y estaba delgadísimo.

Pese al riesgo para su salud y a las protestas de sus médicos, seguía saliendo a las calles con su equipo de voluntarios para repartir bocadillos, bebidas y abrazos a los necesitados. Era sólo cuestión de tiempo, pensaba, que la muerte se llevase a este hombre santo y valiente y vi que silenciosamente él estaba preparando a sus voluntarios para el momento en que ya no estuviese para liderarlos. Aún así, había una gran sensación de paz en el grupo y un sentido de confianza en Dios y Nuestra Señora que era impactante. Esto se debía, sin duda, a que Paul ya había experimentado un milagro un par de años antes.

Cuando le diagnosticaron el cáncer al principio sufría tantos dolores que pasaba todo el día a base de morfina y sin poder apenas moverse. Le llevaron a las aguas curativas de Holywell en Gales [en el Pozo de Santa Winefrida, que recibe peregrinaciones desde el siglo VII; Nota de ReL] y salió de ellas aún con cáncer, pero ya sin dolores. Esto dejó desconcertados a los médicos, pero impresionó tanto a los sin techo ver que Dios es real que nació todo un movimiento de oración en el hostal de Seel Street, que regentan las Misioneras de la Caridad en Liverpool. Ello abrió el camino, meses después, para cuando Paul oyó un mensaje de Nuestra Señora pidiéndole salir a las calles a alimentar a la gente.

Pasaron los meses y yo esperaba oír de la muerte de Paul. Pero, por el contrario, a inicios de 2010 me llegó la asombrosa noticia de que en la fiesta de la Inmaculada de 2009 Paul Callaghan se había curado completamente. Cuando me lo encontré en la Convención Católica del Norte en junio, parecía estar bien. Me contó lo que le había pasado.

En mayo de 2009 se sintió repentinamente enfermo y cayó con una fiebre altísima y alucinaciones. Estaba tan mal que el doctor le pidió ir al hospital al momento y le sacó una radiografía. Pero tan repentinamente como había subido, la temperatura volvió a bajar, y le enviaron a casa. Los rayos-x demostraban, sin embargo, que el cáncer se había abierto paso hasta la columna vertebral. Enviaron a Paul al hospital de cáncer de Clatterbridge para un tratamiento de emergencia de radioterapia. Recubrieron sus huesos con una sustancia especial para evitar que se desmenuzasen y
le dijeron que su columna era tan quebradiza que podía romperse si estornudaba o tosía demasiado fuerte.

El tratamiento de radioterapia le ponía enfermo, pero aún así insistía en salir a las calles con su equipo. El tratamiento siguió una temporada y le llamaron para hacer más radiografías para ver si era eficaz. El especialista, preocupado por que el cáncer pudiera llegar a otros órganos, decidió escanear todo el cuerpo. Le dijeron que volviera el 8 de diciembre a por los resultados.

"Sentí las palabras: Hechos 4,10"

Él recuerda lo siguiente: “estaba sentado en casa el domingo anterior a la cita del martes, cuando de repente
fue como si todo se parase. No puedo explicarlo, pero sentí el poder del Espíritu Santo todo a mi alrededor y las palabras “Hechos 4, 10” aparecieron en mi mente. Como no soy un erudito en Biblia no sabía lo que decía esta cita. Lo miré y leí: “aquí está entre vosotros este hombre, curado en el nombre de Jesucristo el Nazareno”. Supe entonces que Dios me había curado, así que fui al hospital a ver al médico. Pedí a un amigo que viniese conmigo como testigo y que trajese una grabadora.

Supe que algo sucedía por el aspecto de la cara del doctor. Me senté y le pregunté: “¿y bien, cuál es el daño?” Pero en mi corazón yo ya lo sabía por la lectura bíblica. Él dijo: “no podemos encontrar ningún daño de tu cáncer en tu esqueleto, en ningún sitio de tu cuerpo. Está totalmente normal. Nunca hemos visto esto antes. No sólo nunca he visto algo así, sino que en todos mis años en la profesión médica nunca escuché nada como esto”.

El doctor estaba totalmente perplejo, ya que este tipo de cáncer se supone que es incurable. Debido a esto, el hospital no puede admitir que Paul se haya curado, así que insisten en que debe seguir allí pero no pueden detectarlo. Cuando volvió en junio para su revisión semestral, todo seguía bien.

Los huesos carcomidos ahora están perfectos

“No tienen explicación. De hecho, es embarazoso para ellos y no quieren hablar del tema”. La enfermera especialista en cáncer que había estado cuidándole está tan asombrada que está realizando un estudio en un consultorio privado para averiguar lo que ha sucedido. Paul añade: “lo bueno es que
como llevaba tanto tiempo enfermo, tengo en casa todos los informes médicos. Las radiografías muestran que mis huesos estaban carcomidos y llenos de agujeros y ahora están completamente sanos.”

Y continúa: “para mí, mi curación es simplemente Dios, que muestra, por sus propias razones, su poder para hacer lo imposible y que puede hacer lo que quiera, no importa lo que diga la ciencia o la profesión médica.
La esperanza máxima de vida com miloma múltiple, mi caso, es de menos de 4 años. Es una enfermedad progresiva que se pone peor y peor, pero en mi caso ha remitido completamente. No solo me he curado: es que se ha ido del todo, no queda rastro de que estuviese enfermo.”

Paul no lamenta nada en su historia de enfermedad. “Mirando hacia atrás, puedo ver cómo Dios usó mi dolor los últimos tres años. Todo este viaje me ha modelado hasta ser la persona que soy. Creo que se me ha curado a través de la Gracia de Dios, las oraciones de Nuestra Señora y mediante mi servicio y mi “sí” constante a ellos. En este mundo hay tantas noticias malas en la prensa que lo que me ha pasado da esperanza a todos".

Los sin techo, dice Pablo, no se extrañaron mucho cuando escucharon las buenas noticias. “Es que tuvieron unas palabritas con Dios, por su cuenta, y le dijeron: “
Eh, Paul es nuestro colega y hace muy buen trabajo para Ti, así que será mejor que lo ayudes o no nos gustará”. ¡Tuvieron más fe que yo!".

TOMADO DE RELIGIÓN EN LIBERTAD.

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=11311

4 de octubre de 2010

CARDENAL VIETNAMITA RUMBO A LOS ALTARES

CARDENAL FRANCISCO XAVIER NGUYEN VAN THUAN


CARDENAL FRANCISCO XAVIER NGUYEN VAN THUAN
Yo tuve la fortuna de conocerlo, de escucharlo y de cruzar
unas palabras con él. Si mal no recuerdo, fue en noviembre del año 2001, en la ciudad de Monterrey, N.L., México, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Fue en un Retiro Sacerdotal Internacional, organizado
por la RCCES (Renovación Carismática Católica en El Espíritu Santo) al que asistimos más de 1,000 sacerdotes y algunos 50 obispos de lugares tan remotos como la India. Una experiencia inigualable.

Veíamos en él la presencia de Dios... Daba gusto estar en la presencia de UN MÁRTIR VIVIENTE, aunque parezca raro el término. A no dudarlo, él sufrió por Cristo lo que nosotros nunca sufriremos y, sin embargo, se mostraba lleno de dulzura y paz. El siguiente artículo lo tomé de RELIGIÓN EN LIBERTAD.



El próximo 22 de octubre se celebrará la Sesión solemne de apertura de investigación diocesana sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad del Siervo de Dios el Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân, un valeroso testigo de la esperanza en medio del dolor y la persecusión por parte del régimen comunista en Vietnam.

La ceremonia tendrá lugar a las 12, en el Salón de la Conciliación del Palacio Lateranense de Roma. Intervendrán el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, quien preside la sesión y el cardenal Peter Turkson, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, informa Fides.

Para esta ocasión, se han promovido varias iniciativas para conmemorar la figura del cardenal y subrayar su fama de santidad.

A las 8:30 de la mañana del viernes 22 de octubre, en la iglesia de Santa Maria della Scala en Roma, el cardenal Turkson presidirá una celebración Eucarística por el Siervo de Dios, quién fue titular de esta Iglesia. A las 10:30, en la Universidad Pontificia Lateranense, se celebrará la ceremonia de entrega de los “Premios Van Thuân”, en su tercera edición. Este año el premio será otorgado al Dr. Juan Somavia, Director General de la Organización Internacional del Trabajo. El “Premio Van Thuân-Solidariedad y Desarrollo”, será otorgado a monseñor Giuseppe Molinari, arzobispo de L´Aquila; al padre Marcelo Rossi, un joven sacerdote brasileño; a la Fundación San Camilo que trabaja en Burundi; a las Comunidades de Haití de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Como conclusión de la jornada se ha previsto un concierto-testimonio dedicado al cardenal Van Thuân en la Basílica de San Antonio de la via Merulana en Roma, a las 19 horas.

Testigo de la esperanza en medio del dolor

Van Thuân nació en 1928. En 1975 el Papa Pablo VI lo nombró obispo coadjutor de Saigon. Este mismo año el régimen comunista de Vietnam lo arrestó, porque supuestamente contradecía esta ideología.

Permaneció en prisión durante 13 años, ocho de los cuales fue sometido a un régimen de total aislamiento. Fue liberado en 1988. Juan Pablo II le nombró en 1998 presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, dicasterio del que era vicepresidente desde 1994.

Durante la cuaresma del año 2000 predicó los ejercicios espirituales al papa Karol Wojtyla. El cardenal falleció el 16 de septiembre de 2002. Su fama de santidad se debe a la entereza con la que afrontó los momentos en los que estuvo injustamente en prisión, a la capacidad de perdonar a sus captores, así como a la profundidad y esperanza que se refleja en sus escritos. Es autor de varios libros, entre ellos «Testigos de Esperanza» y «Cinco panes y dos peces»