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31 de octubre de 2012

TAMBIEN EN ESPAÑA HACE AIRE...


¿Cómo son los jóvenes españoles a los que la Iglesia quiere llegar?



TOMADO DE RELIGIÓN EN LIBERTAD

Este jueves empieza en Valencia, hasta el domingo, el gran Congreso Nacional de Pastoral Juvenil organizado por el departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, que reunirá a unos 2.000 líderes de todas las diócesis españolas, dedicados a evangelizar y acompañar a los jóvenes en la fe. En la línea de la Nueva Evangelización al estilo europeo, se hablará de nuevos métodos de evangelización.

Pero, ¿cómo son esos jóvenes españoles a los que se quiere presentar el Evangelio? Los datos sociológicos demuestran que se trata de una juventud profundamente herida.

Fracaso escolar

Tres de cada diez no consiguen acabar sus estudios de secundaria: su fracaso es el doble de la media en la Unión Europea. Entre los varones jóvenes, especialmente de escuela pública, el desastre educativo es general. Un 35% de los chicos españoles abandona los estudios, frente a un 22% de chicas. Engrosan la categoría de los que ni estudian ni trabajan.

Criminalidad juvenil

Dejar la escuela también afecta a la criminalidad juvenil. En 2007 se calculó que 60.000 adolescentes maltratan a sus padre, cálculo que multiplica por diez las 6.000 denuncias presentadas. Uno de cada diez jóvenes de 12 a 17 años es un delincuente peligroso según un estudio criminológico de la Universidad de Castilla-La Mancha. A esa edad, un 8% ha robado en tiendas y un 7% ha practicado el vandalismo. A los 12 años, un 12% asegura que les han ofrecido fumar porros. De los 12 a los 18 años, la mitad ha recibido ofertas de cannabis, un 16% de esnifar coca, un 9%, de anfetaminas. Y aún no son ni adultos.

De hecho, entre los 14 y 18 años, un 26% de jóvenes madrileños admite fumar porros de manera habitual. Sumando los consumidores de cannabis y los que abusan del alcohol abarcamos a cuatro de cada diez jóvenes. Varios estudios aseguran que España es la primera potencia occidental en consumo de cannabis.

Pechos y liposucciones para adolescentes

España tiene también el dudoso honor de ser el país del mundo con más operaciones de cirugía estética a menores de 18 años: 40.000 al año. Liposucciones, orejas, pechos… que los padres financian, incapaces de decir “no” a sus hijos, sobre todo hijas desesperadas por gustar, por ser aceptadas.

Como es normal en un país desarrollado, en España la gente muere vieja. Pero de los que mueren jóvenes, más concretamente entre los universitarios, un 30% se ha suicidado. Es la primera causa de muerte juvenil, según el Teléfono de la Esperanza.

Ellos lo admiten: son consumistas

En 2005, antes de la crisis, un 60% de los jóvenes admitía ser “consumista” mientras que sólo un 20% se definía cono “trabajador” y apenas un 13% como “generoso”. Para la mitad de ellos, lo más importante era el “ocio” y la “vida sexual satisfactoria”, algo que en 1994 sólo inquietaba a un 40% o menos. “Los adolescentes viven en medio de una confusión de valores donde se exalta el hedonismo, el materialismo, el consumismo y el individualismo”, resumía el ex Defensor del Menor de Madrid, Pedro Núñez Morgades. Y en 2008, el sociólogo Javier Elzo establecía que un 42% de las familias españolas son permisivas, sin reglas ni límites.

Leyes que no dejan educar

En España, si tu hijo o hija de 13 años se acuesta con un señor o una señora (o más de uno o una) de 57, legalmente no puedes hacer nada por impedirlo. Más aún, si lo intentas, la ley facilita que te denuncien por coacciones. Durante los años del zapaterismo, quedó en evidencia la tendencia de los poderes públicos a asumir funciones que nadie les confirió, además de recortar los pocos poderes de los padres para educar, ahondando en la crisis de autoridad que se vive en España.

El caso más claro, que lamentan jueces de menores y asociaciones familiares, es la modificación en diciembre de 2007 del Código Civil para impedir a los padres “corregir razonable y moderadamente” a los hijos. Una cachetada puede ser causa de denuncia.

Papá Estado te da sexo

Durante años, y aún hoy, las administraciones se introducen en las esferas íntimas de los menores sin consultar a los padres. El área de Juventud del Ayuntamiento de Gerona en 2007 envió folletos a chicos y chicas de 11 años (no a sus padres) animándoles a hacer consultas de temas como sexo, drogas y aborto en su centro juvenil “y todo quedará entre nosotros”. Es decir, “adiestrar” a espaldas de los padres.

Ese mismo año, la Generalitat de Cataluña gobernada por el tripartito imprimía 400.000 folletos para menores de 10 a 16 años elogiando las prácticas homosexuales, el “petting” y la masturbación. Se presentaban como educación sexual, pero nadie consultó a los padres en su elaboración ni distribución, y palabras como “fecundidad”, “compromiso”, “paternidad”, “abstinencia” o “castidad” eran inexistentes en los folletos. A instancias de asociaciones como E-Cristians y entidades de padres, los obispos catalanes emitieron una protesta conjunta.

Condones y botellonódromos

En general, si los padres del siglo XXI delegan en las administraciones para educar, éstas se limitan a intentar un mero control de daños.

Así, en vez de combatir el ocio basado en el alcohol, algunos ayuntamientos habilitan “botellonódromos”.

En vez de educar para el amor y el compromiso, es más fácil llenar el Metro de Madrid o los institutos públicos de condones y recomendar el “petting” y la masturbación mutua, como han hecho la Generalitat catalana y la Junta de Extremadura.

Y aún hoy muchas asociaciones de padres objetores a Educación por la Ciudadanía lamentan que el Partido Popular no haya eliminado esta “asignatura adoctrinadora”, como la consideran, sino que sólo haya retocado algunos de sus contenidos, algo que futuras administraciones podrán volver a modelar, ignorando los derechos de los padres.

Malos incluso en lo digital

Entre las transformaciones, ni siquiera se puede decir que al menos los jóvenes son hábiles en las nuevas tecnologías: el informe PISA digital de 2009 mostró que los adolescentes españoles son malos lectores digitales: un 23% de ellos está en niveles bajos de comprensión digital, lo que dificulta su pleno acceso a las oportunidades de la sociedad tecnológica. Sólo 4 de 19 países estaban peor que España en esta categoría.

Un 10% de practicantes

A nivel religioso, la pérdida de práctica religiosa entre los jóvenes españoles ha sido drástica. Según datos del Injuve de 2011, si en 2002 casi un 30% de jóvenes de 15 a 29 años se declaraban “católicos practicantes”, en 2010 ya sólo lo declaraban un 10%. Además, un 45% se declaraban católicos no practicantes apenas un año antes de la JMJ de Madrid. En algunas regiones la descristianización era peor: según la Universidad Abat Oliba, en 2006 sólo eran practicantes un 3% de los jóvenes catalanes de 18 a 24 años.

A los 12 años se abandona la Iglesia

La crisis se produce basicamente entre los 12 y 14 años, justo después de la Confirmación o, si se deja la práctica antes, no llega a darse. En 2008 se comprobó que 8 de cada diez niños españoles son cristianos y rezan a Dios, seis van a misa ocasionalmente y 4 van casi cada semana. Pero de 12 a 14 años, ya sólo un 60% cree en Dios y le reza, y sólo un 20% va a misa semanal. Los padres dejan de llevar los chicos a misa a los 13 años, y por eso de 13 a 15 años ya hay sólo un 17% de practicantes firmes. A esas edades, uno de cada cuatro, practicante o no, sigue convencido de que Dios existe, pero un 30% está ya convencido de que no hay Dios.

Y además, supersticiosos

¿Significa eso que la juventud española es racionalista y descreída? No: además de ser consumista, es supersticiosa, mucho más que sus mayores. Un sondeo de 2008 del Obradoiro de Socioloxia demostraba que un 56% de jóvenes adultos cree en supersticiones, frente a un 40% de personas más mayores. Sólo el 5% de los mayores de 60 años creen en fantasmas; por el contrario, creen en ellos el 30% de los jóvenes. En cambio, la Resurrección de Cristo, la piedra angular de toda la civilización cristiana, en la que creen firmemente 6 de cada 10 mayores de 60 años, sólo logra la adhesión de 3 de cada diez jóvenes adultos.

Dos millones abiertos a la fe

Hay, sin embargo, una demanda no atendida. De los datos del INE 2007 se puede deducir, por ejemplo, que hay en España 2,1 millones de jóvenes que no van a la Iglesia, pero que se autodefinen como católicos y que además aseguran que la religión es para ellos “muy o bastante importante”.

El barómetro del CIS del pasado enero 2012 notó un cierto efecto tras la JMJ: el número de españoles practicantes “casi todos los domingos y festivos” aumentó en 2,1 puntos con respecto al año anterior, colocándose en un 15%. Y los que van varias veces a la semana también aumentaron: del 1,9% al 2,7.

Casi un millón que persevera

La Iglesia española mantiene pues un núcleo fuerte de jóvenes, aproximadamente un 10 o 12% de los que hay en el país, casi un millón de españoles entre 15 y 29 años que son practicantes y están convencidos. La mayoría están ligados a nuevos movimientos y realidades eclesiales, o bien a algunas realidades juveniles de órdenes religiosas, sobre todo de las educativas. De esas filas y de algunos colegios religiosos salen, por ejemplo, diez mil que cada año pasan uno o dos meses en misiones, en el extranjero. De ellos se nutren las parroquias para conseguir catequistas y, en menor medida, voluntarios de Cáritas.

24 de octubre de 2012

MI CRISTO ES ESE CRISTO ESCUPIDO, QUE TE ENCUENTRAS EN LAS CALLES

El P. Chinchachoma



O cómo sacar de la droga y la delincuencia a miles de niños que viven en la calle

TOMADO DE RELIGIÓN EN LIBERTAD

LOS NIÑOS DE LA CALLE PUEDEN AMAR A LOS PERROS SARNOSOS, PERO NO PUEDEN AMARSE A SÍ MISMOS PORQUE NADIE SE LOS HA ENSEÑADO…

Ahora que acabamos estamos en plena celebración del DOMUND, vale la pena dar a conocer a un cura misionero español que ha dado su vida por los más necesitados de los necesitados: el escolapio Alejandro García Durán, más conocido en México como el ‘padre Chinchachoma’, el “padre” de los niños de la calle, fundador de más de una veintena orfanatos.

Un pastor que como Jesús ha convivido con sus ovejas descarriadas, comido con pecadores, vestido al harapiento, dedicado a visitar y redimir al encarcelado, dando de comer al hambriento, hospedando con pobreza pero con dignidad al desarraigado… Un sacerdote que se comprometió a transformar los rostros deformados, desilusionados, resentidos y de delincuentes de sus “hijos”, en rostros dignos, en rostros de hijos de Dios. Un escolapio que saltó del colegio y la parroquia misionera a ser niño de la calle.

Un cambio total de vida

El P. Chinchachoma nació en Barcelona en 1935, con 18 años ingresó en la Orden de los padres Escolapios y, una vez ordenado, fue destinado a un colegio de Puebla, en el centro del país. Sin embargo algo ocurrió por el camino: “Un día llegué a México. Después de dar muchas vueltas, me encontré a unos chamacos en el metro que me gritaban ‘money, money’. Luego llegó un policía, tomó a uno del brazo y el niño empezó a gritar. Yo le dije al uniformado: ‘¡Oiga!, ¿qué le está haciendo?’ ‘No, si no le hago nada -me respondió-, me lo llevo así de la mano porque nada más se está drogando en el metro y chilla así para que lo suelte’. ‘Mire, sabe qué, déjelo -le dije entonces-, me lo llevo a cenar’. ‘Bueno, lléveselo’, me dijo, y entonces se vinieron cinco o seis más con él. En cuanto cenamos les dije: ‘Amigos, yo vengo el martes que viene para platicar’.

Comienza el orfanato… sin quererlo

De tal forma que se fue convirtiendo en una costumbre de cada martes, con lo que, al cabo de un tiempo, me dijeron: ‘Oiga Padrecito, ¿por qué no nos lleva con usted?’ Y me los llevé. Esa vez fueron dos. Me los llevé con la idea de educarlos y ayudarlos. Empecé a buscarles una institución que se hiciera cargo de ellos y, como no encontré nada, me propusieron: ‘Padrecito, ¿por qué no nos quedamos con usted ya para siempre?”

Esto para el P. Chincha fue muy importante, pues los que iniciaron fueron ellos, no él: “Yo me sumé al ‘¡llévenos con usted, por favor!” Entonces el padre los llevó a una casa que acababa de alquilar para fundar una escuela. Lo único que pudo hacer ese día fue darles unas mantas. No tenía nada más en ese momento.

¿Puedo ser padre de los huérfanos?

Enseguida habló con su superior y le preguntó: “Oye, ¿puedo ser padre de los huérfanos?’ Me dijo entonces: ‘Cualquier desgraciado lo hace mejor que tú, ¿no te da vergüenza cómo los tienes?” A los pocos días llegó otro grupo, porque esos dos muchachos comunicaron su experiencia, después vinieron los demás, y así comenzó todo.

En aquel momento su vida dio un giro total: dedicaría su vida a los niños más pobres de los pobres, los que no tienen ni casa, ni padre, ni madre… únicamente otros muchachos igual que ellos y, eso sí, mucha cola y mucha droga barata que los deja atolondrados todo el día para así olvidar desde su más tierna infancia la falta de amor.

Ser un niño más de la calle

El P. Chinchachoma ha pasado la mayor parte de su vida fundando albergues: “Yo he vivido como los niños de la calle y he logrado sembrar la amistad en ellos a través de la mutua identificación. Si yo no supiera lo que significa dormir en el suelo, ni tener qué llevarse a la boca, como es la realidad de ellos, sería difícil intentar ayudarlos, porque no confiarían en mi por no pertenecer a su mundo".

El apodo de “Chinchachoma” se lo pusieron los mismos niños: “El día que me llamaron por primera vez ‘padre Chinchachoma’ fue un timbre de gloria y el más feliz de mi vida, porque significaba que ya era uno más de ellos. Choma es ‘cabeza’ y chincha significa ‘sin cabello’, o lo que es lo mismo ‘hombre sin cabello”, comenta el padre.

Verdadera amistad de los chamacos

Una de las experiencias más reiteradas que vivía Chinchachoma con sus ‘chamacos’ era la de explicarles lo que es la verdadera amistad: “En una ocasión -narra el sacerdote-, uno de los niños me preguntó que por qué se les prohibía todo lo que los hacía felices, como la droga. Yo le respondí que eso lo dañaba y que yo lo amaba mucho y, además, una verdadera amistad es aquella en la que se procura el bien al prójimo y que, lejos de prohibirle drogarse porque así lo determina la ley, estaba por encima de todo el amor a él”.

Para los niños de la calle, la vida es tan cruel que aún sin saberlo buscan la muerte como una salida, explica el P. Chincha: “Se meten en pleitos imposibles, se envenenan con drogas y, si tuvieran valor para hacerlo, se arrojarían a las vías del metro. Pueden amar a los perros sarnosos, pero no logran amarse a sí mismos porque nadie se lo ha enseñado”.

Mi Cristo es el Cristo escupido

El Chincha era un hombre de carácter. Uno de sus colaboradores, el P. Ismael, lo describe así: “La impresionante barba del padre Chinchachoma ocultaba sus labios mientras expulsaba todo tipo de palabras violentas y soeces. Lo que él contaba no podía ser contado con medias tintas ni con poesía, porque no había poesía, ni belleza, ni paliativos en el sufrimiento extremo de esos niños por los que él se rompía a trabajar cada día. No había excusas para no hacerlo ni medias tintas para explicar su situación. Toda la ternura y cariño la guardaba Chincha para sus cientos de hijos”. El Cristo del P. Chinchachoma, lo dijo alguna vez, “es el Cristo escupido”, el que te encuentras en las calles.

Niños a los que se les negó la infancia

Es conocida su actitud cuando recaía en la droga alguno de los chicos que estaba en proceso de desintoxicación. En esos casos “yo abro los brazos y le digo: ‘Di papá’. Lo dicen y yo les digo: ‘Ven’. Entonces uno ve cómo el niño o la niña corren y lloran. Por primera vez en su vida pueden correr a alguien para llorar. Los acaricio. A esos niños se les negó la infancia”.

Y es que el P. Chinchachoma tenía sus propios métodos para cambiar a los niños. Muchos habían estado en reformatorios. Si los veía fumando marihuana, les quitaba el cigarrillo y el padre se lo apagaba en su propio brazo. Tenía los dos brazos llenos de cicatrices. En cierta ocasión, un niño le dijo que él no iba a cambiar hasta que viera sangre, y entonces el Chincha se clavó un cuchillo en el estómago. Casi se muere, se lo tuvieron que llevar al hospital, pero afortunadamente se recuperó y el niño, llorando, cambió.

Este hombre fue un signo de contradicción que le llevó incluso a ser expulsado del país, acusado de “jefe de rateros”.

En la calle se está menos mal

Las crisis económicas que ha sufrido México han provocado que miles de niños acaben viviendo en la calle: familias desintegradas de comunidades populares, marginadas o indígenas que no ofrecen las satisfacciones mínimas para vivir, entre ellas el derecho más básico de todos: “el amor”.

Un ambiente de alcoholismo y drogradicción, de permisividad sexual, donde lo común es repetir la propia experiencia de maltrato infantil y de abusos sexuales que ya sufrieron sus progenitores… Y es que en la calle se está menos mal.

Las estadísticas oficiales señalan que hay 528 mil niños viviendo en hogares en donde se da uno o varios tipos de maltrato.

Por otro lado, entre las principales problemáticas de los niños de la calle está la desnutrición que sufre el 37.5%; el 14% tiene alguna discapacidad; el 10% padece alguna enfermedad y el 3% son adictos a los inhalantes.

Restituir los derechos negados

Con la llegada de los primeros niños, el Padre alquiló una casa e inició una obra que creció sin modelo preestablecido. Pero en 1979 se vio la necesidad de legalizarla, con lo que surgieron los Hogares Providencia cuyo objetivo es “restituir los derechos negados al niño o niña que vive, ha vivido o está en riego del desamparo”.

Los Hogares tienen una propuesta de modelo familiar, es decir, son hogares de puertas abiertas, a los que se les denomina “hogar dos” y están a cargo de dos adultos llamados “Tíos”, que son la figura paterna y materna dentro del hogar. Pero antes de esto había que crear los llamados hogares “uno” que habrían de ser de contención y, por decirlo de alguna manera, de “descallejerización”.

Este misionero español falleció hace pocos años, pero su obra se mantiene y son miles de niños los que han encontrado estabilidad emocional, salud, futuro y, sobre todo, su derecho más básico: el amor.

9 de octubre de 2012

LA SÁBANA SANTA ¿FALSIFICACIÓN POSIBLE?

Era ateo hasta que realizó un documental sobre la Sábana Santa.



DAVID ROLFE, DIRECTOR DE DOCUMENTALES DE LA BBC


Ahora desafía a los escépticos

TOMADO DE RELIGIÓN EN LIBERTAD

El pasado mes de abril se celebró en Valencia un importante congreso sobre la Sábana Santa que contó con prestigiosos científicos y expertos de todo el mundo. En él se llegó a una serie de conclusiones determinantes sobre el misterioso lienzo. La principal: en pleno siglo XXI no hay una explicación científica para el proceso de impresión de la imagen en la tela, una imagen única e imposible de copiar sin traicionar sus características.

Uno de los ponentes del congreso era el británico David Rolfe (1951), productor y director de cine. Un hombre que era ateo y escéptico cuando en 1978 realizó su primer documental sobre la Sábana Santa y que hoy, rendido ante el misterio y entregado a la fe cristiana, desafía al ateo Richard Dawkins desde su página web www.shroud-enigma.com Su conversión es la historia de una auténtica búsqueda del rostro de la Verdad.

La fotografía más antigua de la Historia

“Antes de ser productor trabajé durante mucho tiempo para grandes empresas constructoras y petroleras. Aquel trabajo no me satisfacía, así que comencé a buscar otras cosas”, relata Rolfe.

“Acababa de graduarme en la London Film School; pedí ideas y me inundaron con propuestas. Muchas de ellas no eran interesantes, pero después de haberlas solicitado me sentía moralmente obligado a revisarlas todas. Una tarde de agosto, llegué a la última tanda. Estaba ya completamente descorazonado cuando, del último sobre que abrí, se deslizó la imagen de lo que luego supe que era el rostro de la Sábana Santa”, relata Rolfe a la edición inglesa de la revista Mensajero.

“Estaba intrigado por el hecho de que aquello fuera un negativo extraído de una tela medieval. Como me había formado en la técnica fotográfica comprendí que estaba ante la fotografía más antigua del mundo –y como tal, aquello era digno de ser investigado. En aquel momento yo no tenía convicción religiosa alguna y pensé que se trataría de una falsificación, y que si se utilizaban los recursos adecuados, se descubriría cómo se hizo. Así comenzó mi camino hacia la fe”, explica.

Un milagro para un ateo

A Rolfe le costó varios años encontrar financiación para rodar su documental. Al fin, gracias a viajes, casualidades y contactos, lo consiguió. “Sin embargo, nadie estaba interesado en comprar la película hasta que estuviera terminada”, prosigue.

“Alquilé un gran auditorio durante seis semanas en el Hotel Piccadilly, en el centro de Londres, y lo convertí en una improvisada sala de cine. Por una coincidencia verdaderamente singular, la película se tenía que estrenar el lunes de Pascua. Yo no tenía dinero para publicidad, pero en el Sunday Times habían visto el montaje final y me aseguraron que si les daba una exclusiva sería portada el Domingo de Resurrección. No podía estar más feliz. Pero de pronto se convocó una huelga de imprenta, lo que significaba que no habría periódicos durante toda la semana. En ese momento pensé que estaba acabado. El Domingo de Pascua, desalentado, me fui a dar un paseo y, para mi sorpresa, descubrí que debido a que el magazine dominical se imprimía y distribuía gratuitamente antes que el periódico, lo único que se podía leer ese bendito domingo de 1977 era el magazine ¡con una imagen de la Sábana Santa en la portada! Al día siguiente, cuando se estrenó, la cola para ver la película pasaba a un cuarto de milla de Piccadilly… Fue una bendición, ahora lo veo como un milagro”, recuerda emocionado.

“El Carbono -14 no dice la verdad"

Por su trabajo final para la BBC, El Testigo Silencioso, una investigación sobre la Sábana Santa de Turín, Rolfe ganó el BAFTA 1978 al mejor documental. Pero, atraído por el misterio de aquel rostro, siguió investigando por su cuenta, gracias a la amistad forjada con los científicos y a los conocimientos adquiridos durante el rodaje.

Tuvo un significado especial para él su encuentro con el profesor americano John Jackson, que había aparecido en la primera película, y que había descubierto las características de la imagen en 3D. “Jackson se había ido a Turín para llevar a cabo pruebas adicionales, y en algún momento de 2003 vino a verme y me dijo que no había perdido la fe en la Sábana Santa a pesar de los últimos resultados del carbono-14. Me invitó a su laboratorio en Colorado y me quedé muy impresionado con el nivel de sus investigaciones sobre el lienzo de Turín. Así que pensé que había llegado el momento para rodar una segunda parte del documental”, prosigue Rolfe.

“Hoy entendemos el proceso del carbono-14 mucho mejor que en 1988, y muchas de las hipótesis de entonces están equivocadas. Además, durante la prueba de 1988 se obviaron todos los protocolos para la objetividad científica: en lugar de tomar las muestras a partir de siete áreas diferentes, solo se tomaron muestras de una esquina de la Sábana Santa, y no se hizo un test a ciegas. Las pruebas de carbono-14 realizadas a los rollos del Mar Muerto fueron exitosas porque habían permanecido cerrados herméticamente en envases ocultos en una cueva durante 2.000 años, y esas condiciones permitieron que arrojaran un resultado veraz. Sin embargo, la Sábana Santa fue expuesta al público en el siglo XII en Constantinopla, sometida a todo tipo de rituales y condiciones atmosféricas; incluso sobrevivió a un incendio en el siglo XVI. Todos estos factores pueden perfectamente haber alterado la relación normal entre el carbono-14 y el carbono-12, y hacer que esta prueba no sea apta para determinar la edad de la Sábana”, asegura.

“¿Un falsificador? ¡Imposible!”

Decidido a hacer un segundo documental, Rolfe consiguió en 2009 lo que no había logrado con el primero: el permiso de las autoridades religiosas y civiles para filmar por primera vez en alta definición el lienzo de Turín. Solo entonces Rolfe asumió que semejante misterio no podía ser obra de un falsificador medieval: “El falsificador, si lo hubo, debió de vivir en la época bizantina. Para empezar, sus manos tuvieron que manipular un paño de lino que respetara las oscuras y estrictas costumbres y leyes de la Palestina del siglo I, a las que el Sudario se ajusta. Es decir, una tela que, tal y como se ha demostrado en las últimas investigaciones, contiene restos de pólenes de la Palestina del siglo I".

“Además, el falsificador habría utilizado un único color monocromático, y de tal manera que no penetrara en el lino, sino que sólo se asentara en su superficie. Y que, con una inimaginable tecnología, cuando se escaneara 2.000 años más tarde, produjera una perfecta imagen en tres dimensiones. Tendría que pintar las heridas del paño de tal manera que encajaran con la crucifixión tal como se hacía en realidad en el siglo I, algo que la arqueología ha revelado en los últimos años. Y, al mismo tiempo, y esto es tal vez lo más importante, el falsificador tendría que crear la cara de un hombre que ha soportado el sufrimiento más horrible, y que, sin embargo, posee una expresión que trasciende todo ese sufrimiento”.

“En resumen, existen pruebas convincentes de que la Sábana Santa data de mucho antes de la Edad Media, y de que la imagen permanece más allá de la comprensión artística, histórica y forense. Estoy seguro de que no es una falsificación medieval”, asegura el investigador y productor, que sostiene que cada detalle de un examen minucioso de la Sábana Santa sirve no solo para sostener su autenticidad y sus 2.000 años de antigüedad, sino su ajustada similitud con la crucifixión de Jesús de Nazaret que relatan los Evangelios. “Por ejemplo, la corona de espinas. Los relatos de los Evangelios nos dicen que fue un acto de crueldad irónica y espontánea al ´Rey de los Judíos ”.

Los artistas siempre han representado la corona como un círculo perfectamente tejido de espinas. Sin embargo, ahora sabemos que los soldados romanos tenían a mano matas de espinas secas para encender sus fuegos. Y las heridas por toda la cabeza de la Sábana Santa representan precisamente ese castigo, una corona a modo de casco…”

“La Sábana santa me ha convertido”

Según anuncia Rolfe en su página de Facebook, acaba de terminar el guión de Enigmata, una nueva película sobre la Síndone (www.mmi5movie.com). Su camino como director y productor ha sido, a su vez, el de su conversión: “Cuando hice El Testigo silencioso yo no era religioso. Ahora me considero cristiano, rezo regularmente y puedo decir que la Sábana Santa me ha convertido. Lo que me convenció, sin embargo, no fue comprobar su autenticidad, sino la contemplación de su imagen sublime, que, a su vez, me llevó a nuevos estudios. En mi conversión ha influido la Sábana Santa, pero mi fe no depende de ella. Si mañana la firma del falsificador se descubriera en una esquina de la tela, no le haría ningún daño a la fe cristiana que ahora tengo. Creo que la imagen de Dios puede verse claramente en todos los aspectos de la creación. Y también en la imagen de un hombre desnudo y maltrecho, cuyo rostro trasciende todo lo que le ha sucedido: la imagen del Santo Sudario”, reconoce.

Desafiando a Dawkins

Una prueba de carbono-14 realizada en 1988 en circunstancias controvertidas dictaminó que la Sábana Santa de Turín era una falsificación medieval. Un veredicto que muchos, entre ellos el científico ateo Richard Dawkins, siguen manteniendo.

Sin embargo, casi un cuarto de siglo después, nadie ha sido capaz de hacer una réplica exacta con los medios de entonces, ni de desentrañar el misterio. Las evidencias históricas y forenses revelan que la Síndone desafía ese veredicto y que, hoy por hoy, sigue siendo un enigma.

Ese es el guante que lanza David Rolfe a Richard Dawkins desde su web, ofreciéndole a él o a su fundación 20.000 libras para investigar y demostrar que la Sábana Santa es una falsificación. Un desafío que, durante el Congreso de la Sábana Santa de Valencia del pasado mes de abril, se hizo extensivo a cualquier científico y que, al parecer, todavía no ha obtenido respuesta: “Veo que no me responde, profesor, ¿cuál es el problema?”, se puede leer en la web de David Rolfe, que mantiene hasta un contador de semanas.“Sólo pido para el Hombre de la Sábana el respeto que se merece”, concluye.