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19 de agosto de 2014

ORACIÓN DE ESPERANZA

Señor lléname de tu amor, para poder seguir caminando por la senda de la vida, a pesar de tropezar cotidianamente.

Lléname de tu amor, para conservar la esperanza a pesar de mis múltiples y a veces graves caídas, que me hieren y hieren a los demás, destruyendo la armonía que todos anhelamos.

Señor lléname de tu amor, para no caer en la amargura a pesar de que mi entrega parezca no hacer la diferencia ni en el mundo ni en la Iglesia ni en mi familia.

Lléname de tu amor, para no dejarme seducir por el cinismo despreocupado de aquellos para quienes la vida es sólo un juego, en el que lo único que importa es ganar aunque para ello haya que pisotear a los demás.

Señor lléname de tu amor, para que siga tratando a los demás con caridad y justicia a pesar de que nuestra existencia transcurre en un océano exuberante de abuso y prepotencia.

Lléname de tu amor, para que no imite la hipocresía estudiada y eficaz de aquellos que tienen en mente manipular y engañar con caretas que sorprenden a los demás, pero nunca a ti.

Señor lléname de tu amor, para que nunca olvide que tú eres el que da el éxito aún en las cosas más pequeñas.

Lléname de tu amor, para que el dinero no sea mi dios a pesar de que en apariencia es más visible y notable que tu providencia y poder.

Señor lléname de tu amor para que no me sienta abandonado a pesar de que he perdido a muchos seres queridos –familiares y amigos– cuya ausencia aún sufro; que recuerde que Tú eres mi Padre, mi amigo y confidente.

Lléname de tu amor, para que las deficiencias y egoísmos de los demás jamás sean coartada válida para mi propia mediocridad.

Señor lléname de tu amor, para que comprenda que la vida cristiana no es sólo plegarias y buenos propósitos sino también –como Tú– incluso tener que padecer en la cruz. En la cruz de las incomprensiones, la ingratitud, la marginación y la insignificancia humana inevitable para aquellos que sólo somos hombres falibles y mortales.

Lléname de tu amor, para que comprenda que así como tomaste las vidas de Francisco de Asís, Ignacio De Loyola, Teresa de Ávila, Felipe de Jesús y Juan XXIII para hacerte de nuevo presente, así también puedes tomar mi vida para llegar a mis hermanos y transformar el mundo.

AMÉN