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16 de marzo de 2015

CAMPECHE

LOS CAMINOS DE DIOS

No pensé que regresaría

En serio pensé que regresar a Campeche sería algo muy difícil... ¡Queda tan lejos de Aguascalientes!, además no tengo familiares por acá. Y de pilón, es tan caluroso para mi gusto y resistencia física --uffff el calor me mata-- que la verdad, cuesta un poco pensar en regresar, pero sólo por esas pocas razones: sobre todo la distancia y el calor. Afortunadamente la gente aquí es tan Campechana... Si, por gentilicio y por forma de ser: agradable, alegre, hospitalaria y amistosa. Eso hace la estancia una verdadera delicia.

Las ciudad de Campeche --que en realidad se llama San Francisco de Campeche-- es bella y agradable. Lo más representativo son su muralla, que circunda el centro de la ciudad y su catedral. La Muralla fue construida en los tiempos de la colonia para defender la ciudad-puerto del asedio de los piratas, que asolaban el Caribe; los más carniceros y desalmados eran siempre los ingleses: veían a los habitantes locales como colonos de la odiada España y también como "papistas" por ser obviamente católicos. Desde entonces ya había en nuestro suelo ese odio contra los Católicos.

Volviendo al presente, el centro histórico de la ciudad muy bien cuidado; la ya mencionada  catedral es majestuosa y amplia, con rasgos muy franciscanos en sus detalles y estilo.  El 'toque franciscano' se nota en su imagenería y detalles de cantera; no pueden faltar las estatuas de San Francisco de Asís y algunos otros santos de la Orden. Sus dimensiones son modestas y no suntuosas como las de otras catedrales de suyo construidas por el clero secular de la época. No es el suyo entonces un estilo que emule a catedrales como las de la Ciudad de México, Guadalajara, Morelia o Antequera (Oaxaca). Razón: los constructores quisieron seguir el estilo franciscano sobrio que los caracteriza. Y en un principio la ya mencionada catedral era solamente una parroquia.

Y caminando por el centro de la ciudad, uno puede apreciar de inmediato la belleza discreta de las fincas y sus fachadas alineadas --en excelente estado de conservación-- con bellos y muy bien combinados y escogidos colores. Se ve que el Ayuntamiento de esta ciudad capital del estado de Campeche se pule, pues mantiene las calles iluminadas, limpias, seguras y en buen estado... Al menos en el centro histórico.

Es mi segunda participación en un Encuentro de Renovación en esta ciudad

En aquella primera ocasión en que vine a participar en un Encuentro Diocesano de la Renovación Carismática Católica, El Señor sanó a muchos enfermos, no se si unos 40 ó más. Siendo irónicos creo que tal vez no se enteró --El Señor-- de que hay un buen número de sacerdotes que dicen que Él no sana a los enfermos: de Campeche, de Aguascalientes, de Zacatecas y de todos los rumbos. No aclaran estos hermanos en su argumentación, si será porque El Señor no tiene tiempo o no le interesa...

Él sigue siendo el mismo ayer, hoy y siempre

Que no sana a los enfermos, afirman. Dicen que estos eventos son 'pura histeria colectiva'. Llegan incluso a menospreciar a los hermanos que pertenecen a La Renovación; se olvidan que todos somos Iglesia... Se olvidan que tenemos derecho a creer que Jesus sana a los enfermos (será bueno revisen la Palabra de Dios). En fin, se pierden de muchos los hermanos sacerdotes al hacer a un lado a La Renovación, pues según mi experiencia y la de muchos hermanos sacerdotes, 'los renovados' son muy entregados y trabajadores en las parroquias donde viven y sirven.

Ya lo decía el muy recordado P. Emiliano Tardif (muy pronto será reconocido como Beato) que esa sería --entonces-- una histeria benéfica; ojalá--continuaba ironizando-- se dieran también esas sanaciones en los estadios cuando hubiera algún partido. Habría que preguntarles si su fe está en un Jesús que se fue al cielo para desentenderse de sus hijos o qué. O peor, ¿creerán en verdad que Jesús Resucitó? La verdad que es toda una herejía decir que Jesús no sana a los enfermos, no importa quién lo afirme o que puesto tenga en la Iglesia. Por esas incredulidades nuestra gente sale de la Iglesia a las sectas caseras, porque a veces sienten el desinterés de muchos sacerdotes o incluso la agresión a su fe, que está basada en La Palabra de Dios y no en racionalismos cuestionables.

Ya recuerdo ahora, fue a fines de Febrero de 2012 cuando estuve aquí por primera vez. Hace tres años y unos pocos días. De modo que ya conozco un poco Campeche y a los Campechanos. En aquella ocasión estuve también de paso en Ciudad Del Carmen y Champotón (saludos a los hermanos y hermanas de allá). Para mi gran sorpresa, este sábado ha sido un día fresco, a partir de las 3 de la tarde. Vengo en verdad expectante... ¿Qué irá a hacer El Señor? Escribo el presente en partes.

El Pueblo de Dios

Veo los rostros de los hermanos que van llegando; como siempre --y sobretodo en esta parte del país-- más mujeres que hombres. Jóvenes y adultos, ancianos y niños, de todo. Clase media y clase acomodada. También muchos hermanos de extracción humilde.  Indígenas y citadinos. Llama la atención ver a las mujeres en sus bellos y muy dignos trajes de la región. Aquí se mezcla el ayer y el hoy, que poco a poco van dando paso al futuro... Se mezcla también lo maya, lo chino... lo mexicano... Esto es Campeche: diversidad cultural y social, pero unidos en el Amor a Dios... En la esperanza de ser bendecidos por Dios.

El P. Óscar --asesor diocesano de Renovación-- atento y diligente. Un hermano muy agradable y con mucho celo por las cosas de Dios. El matrimonio coordinador --Francisco y Judith-- a todo lo que dan en la organización del Encuentro. Judith se pinta sola para bailar y cantar, es la clásica mujer campechana. Para mi sorpresa hubo muchos hermanos que recordaron mi anterior participación. Una delicia este Encuentro. Y como siempre, los hermanos y hermanas de la Renovación --los servidores-- que trabajan como hormiguitas para que el Encuentro salga bien. Por supuesto que tuvimos el patrocinio y la presencia del Sr. Obispo Diocesano Dn. José Francisco González, joven y entusiasta pastor que sabrá guiar a su Iglesia particular por los caminos de la Evangelización y la solidaridad. También participó el P. Leo antiguo Asesor de Renovación. Tenemos la presencia de jóvenes, por ejemplo, de Ciudad Del Carmen, de los demás municipios y de la ciudad capital. Así es el Pueblo de Dios: unido en lo primordial, su amor por Dios.

La predicación

Aparte de una breve introducción, Prediqué tres temas:
1.- La Cuaresma y lo que nos pide el papa para este tiempo.
2.- La importancia de detener en el hogar la 'Apostasía silenciosa' de la que nos habló en su corto pontificado Benedicto XVI. Los ocho primeros años de la vida son los más importantes.
3.- Los Sacramentos de Sanidad: Reconciliación y Unción de los Enfermos.

Al inicio de todo se tuvo un momento de alabanza, animados por el Ministerio de Música (excelente). La hermana Judith (Coordinadora Diocesana) en verdad que nos mostró que para alabar al Señor, los años no cuentan mucho. Después les compartí la reflexión inicial y una cita bíblica que nos dio el Señor para su pueblo:

"Israel, pueblo de Jacob, ¿por qué te quejas? ¿Por qué dices: «El Señor no se da cuenta de mi situación; Dios no se interesa por mí»? ¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído? El Señor, el Dios eterno, el creador del mundo entero, no se fatiga ni se cansa; su inteligencia es infinita. Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse."   (Is 40,27-31)

Esta Palabra la verdad que ayudó a crear un ambiente de expectativas hermosas: Dios que nos dice estar al pendiente de nuestras necesidades y al tanto de nuestras angustias. Ayudó mucho a calmar angustias y desconfianzas. Esta palabra puso la tónica del Encuentro: Confianza en El Señor. Después El Señor nos corroboraría que en verdad esa palabra viene de Él.

El primer tema sirvió para situarnos en el tiempo que estamos viviendo, tiempo de preparación y reflexión. Recordamos que la Cuaresma tiene sus raíces en toda la Historia de Salvación y que la misma palabra viene del número CUARENTA que significa precisamente tiempo de penitencia. Y a propósito, el papa Francisco nos invita a hacer penitencia, pero no cosas extraordinarias sino volver a la caridad básica: hablar con el otro, saludar, visitar, ayudar en lo poco y cotidiano.

En cuanto al segundo tema, --Los tiempos de la apostasía silenciosa-- fue hacer hincapié en lo que estamos actualmente viviendo. Por supuesto que insistí en la importancia de la educación en los valores humanos y cristianos de nuestros niños en los primeros 8 años de vida. Hubo gran receptividad hacia la formación dada. Muchos padres y madres de familia vieron que falta encauzar el gran amor que tienen por sus hijos: formar en los valores y el amor a Dios y al prójimo. La formación de los niños en el hogar es la tarea más urgente.

Y viene el tercero: Les hablé a los hermanos de unas citas bíblicas muy importantes y significativas, sobre todo en referencia a los sacramentos (Jn 20,19-23; Sant 5 y IPe 1,18-19 sobre la eficacia de la sangre de Cristo). Quedó claro: La Reconciliación no es un 'invento eclesial' sino un Sacramento que --por eso es tal-- viene de Cristo. Claro también se trató en forma amplia el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Un regalo de intercesión por los enfermos y no sólo un 'adiós para los moribundos'.

Jesús Sana a los enfermos

Claro que una afirmación así no es sorpresa para quienes estamos en la Renovación y para muchos hermanos más. Incluso en algunas de las otras iglesias (en especial las congregaciones pentecostales y bautistas) esta afirmación es de lo más común. Sorprende saber cómo hay sacerdotes que afirman en forma categórica que eso de las sanaciones es algo falso. Habría que irse a lo científico. Si, exámenes médicos que corroboran que un milagro ha ocurrido. Aquí ya no se trata de 'opiniones' ni de disimuladas 'cacerías de brujas'. Habrá que ver con la persona que estaba enferma y después de que Jesús la sanó ya no lo está.

En tres momentos se hizo oración para pedirle a Jesús que sane a los enfermos. Y dieron testimonio algo así como 80 personas. Vidas tocadas y cambiadas por El Señor. ¿De qué sanó Jesús en este Encuentro de Renovación a sus hijos e hijas ?. Hubo testimonios varios: una hermana que no veía nada con el ojo izquierdo, una hermana que no podía mover su cuello, un joven que no se podía sostener en pie por sí solo, una hermana que tenía meses sin dormir, una anciana que sentía fortísimos dolores en su estómago, un hermano que sentía un fuerte dolor en el pecho, etc, etc.

Jesús sigue estando vivo... Y sigue interesado por su Pueblo. Y él sana... Aunque cada vez más sean los sacerdotes que blasfemamente afirman que no sana. Lo demostró en Campeche: Sigue siendo el mismo ayer, hoy y siempre.

Saludos a Pepito (José Inés) que es de mis tres equipos: De Jesús, de Las Chivas y del Barcelona (Barça!!!)

PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.