Powered By Blogger

22 de marzo de 2010

EL SECULARISMO AVANZA POR LA IGNORANCIA


CRÍSIS CULTURAL QUE RETA A LA FE.

Cultura no es sólo música, pintura, danza o cine. Es el conjunto de valores que comparte una sociedad. Con el avance de la Ciencia y la Técnica, en el Siglo XXI, ya no “necesitamos” creer en Dios para explicarnos el Mundo, la Vida y el Universo. Ahora podemos comprenderlo todo en base al conocimiento. El microscópio es más útil que la cruz. Ya no llueve “porque Dios quiere” sino porque hay un ciclón.

Así, Dios ha pasado, de ser “artículo de primera necesidad” a un “artículo opcional” que se puede “tener o no”. Dios ya no es “centro de la Historia”. Desde el s. XVIII empezó –El Hombre-- a ser él mismo, centro de “su” Historia. De un Dios “antropomórfico” transitamos a un Hombre “deificado”.



Dios pasa de ser “condicionante absoluto de la existencia” a “objeto de mera Fe” Por eso, la Iglesia y los Sacerdotes, son considerados heraldos de un Reino que, efectivamente, no es de este mundo. Heraldos de un Reino tan invisible como desechable, en la visión de los ateos y sus círculos cercanos; de un Reino que no existe sino es en las mentes de los fieles.

Y tal mentalidad ha permeado más de lo que admitimos. Ejemplo: Entre muchos estudiantes –al no entender lo qué es La Biblia-- asumen que es un libro “pre-científico” y, quienes creemos en él, nos convertimos –ante sus inteligencias escrutadoras-- en unos ignorantes. Nadie los ha evangelizado. Asumen que creer es ir contra la Ciencia y la Historia. Todo esto es tierra fértil para el secularismo, que todo lo simplifica indicriminadamente, prescindiendo de todo núcleo... aunque haya substancia. Ignorar los argumentos de fondo de la Iglesia no implica que no existan. Ahí están... desde hace dos milenios.

En síntesis, el “mundo de la Cultura” considera a la religión como una pieza del pasado que estorba el progreso ¿La Religión es el opio del Pueblo del que habla Marx? Para los que no tienen fe si. Para los que tenemos fe... ¿Qué es nuestra relación con Dios? ¿Una condicionante cultural? ¿Una póliza mayor de seguros contra desgracias que no siempre cubre los daños y con un deducible caro? ¿La certeza de nuestra Salvación?

Como católicos tenemos también una cultura. Promovámos todo aquello que nos identifica como seguidores de Cristo. No necesitamos nada nuevo, LO TENEMOS A ÉL.


PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.



11 de marzo de 2010


SER CATÓLICO AHORA Y AQUÍ

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

En todas las culturas el papel de la familia ha sido siempre importante para transmitir la cultura e identidad propias. Uno es mexicano culturalmente hablando, si crece en un ambiente mexicano, aunque viva fuera de México. Así sucede con la mayoría de los hijos de mexicanos en Estados Unidos. Es el caso –también-- de los judíos en la mayoría de los países del orbe: Se es judío argentino o norteamericano o mexicano o francés o brasileño, pero judío al fin.

En el hogar no sólo se da el proceso de “Transmisión y Recepción-asimilación” de la herencia cultural, religiosa o étnica sino también lo que se llama en sentido privativo “la educación” es decir el apropiarse de ciertas reglas de conducta por las que el individuo se rige sobre todo cuando convive con los demás. De aquí la expresión: “Este niño es muy educado” o aquella otra: “Esta persona es muy maleducada”

Algo similar sucede con nuestra identidad “Católica”. Hay católicos mexicanos o argentinos o españoles o alemanes. Al fin católicos. Pero poco a poco –por influencia de la cultura contemporánea –que en muchos casos es abiertamente anticatólica-- nuestra identidad se va desvaneciendo y hasta confundiendo y todo esto porque, al no ser nosotros los católicos UNA SECTA FUNDAMENTALISTA Y ESTAR ABIERTOS AL MUNDO, recibimos toda clase de influencias.

Por ello, para conservar nuestra identidad cristiana, la familia ha de funcionar como el elemento que purifica y discierne los impactos sociales y culturales que recibimos de parte de la sociedad y los medios de comunicación, especialmente en el caso de los niños y adolescentes. Los padres de familia no pueden dejar entrar a casa TODO LO QUE HAY EN LA CALLE. Han de cerrar la puerta a lo que se opone a su identidad y valores... y esto es precisamente lo que no han hecho, porque el ambiente avasalla y abruma.

Y aquí es en donde hemos fallado, como familia y como Iglesia. No hemos sabido ni hemos querido hacer esa labor de intensa educación en la fe que las nuevas generaciones requieren, por motivos diversos; Falta de tiempo, falta de instrucción, dejar libertad a los hijos para que crean lo que quieran y no "imponerles" una fe, etc.

Un gran número de familias se han perdido en la búsqueda del comfort y lo material. Y nosotros, el clero y los laicos comprometidos en el trabajo apostólico, nos hemos perdido en planes de papel, intereses secundarios, triunfalismos anacrónicos y cuentas alegres. Y sobre todo cuentas alegres. Aunque las estadísticas digan que somos el 75 %, no lo somos. Los católicos que en verdad viven su fe en la Iglesia no pasan de un 20 % y estoy siendo optimista. ¿Solución? Educación en la fe en el hogar y no sólo catecismo sabatino.

No lo dudemos: EL FUTURO DE LA IGLESIA SE JUEGA EN LAS FAMILIAS, MAS QUE EN LOS TEMPLOS Y LAS SACRISTÍAS.

8 de marzo de 2010

AGUASCALIENTES TAMBIÉN CAMBIA


SER CATÓLICO AHORA Y AQUÍ

EL ENTORNO CULTURAL DE LA DIÓCESIS DE AGUASCALIENTES

Aguascalientes no puede substraerse a la realidad nacional ni internacional. Gracias al rápido proceso de industrialización y urbanización, ha crecido en números absolutos el porcentaje de madres trabajadoras –solteras y casadas-- y por ende de hijos “de medio tiempo”. Es decir, hijos que no están en el transcurso del día bajo la supervisión de al menos uno de sus progenitores.



A esto agregemos la enorme influencia de los medios de comunicación en sus diversas modalidades, en especial, de los medios electrónicos. Sin darse cuenta y sobre todo por cuestiones laborales, los padres de familia han dejado la gran responsabilidad de educar a sus hijos a terceros entre los que enumeraremos abuelas cansadas y a los ya citados medios de comunicación. El proceso de transmisión de la cultura, los valores --y sobre todo la fe-- lo llevan a cabo extraños con sus consecuencias irreversibles. La identidad de familia, de pueblo y de Iglesia se va perdiendo inexorablemente como consecuencia de la búsqueda del progreso material.


Lo citadino, lo urbano ha ido desbancando a lo rural. Ante lo endeble de la formación en la fe dada por los padres de familia y la Iglesia, todo lo que tenga que ver con Dios, en forma inconsciente, se ha “clasificado” en la conciencia colectiva, como “lo viejo” es decir lo que ya ha pasado al arcón de la Historia. Y como en Aguascalientes queremos estar al día en todos los ámbitos, poco a poco la Fe en Cristo Jesús se pone a un lado. No podemos posponer el progreso ni el desarrollo. Hay que buscar alternativas para lidiar con ello.

Aguascalientes –como muchas otras entidades-- se va descristianizando en la medida en que progresa en lo económico por este fenómeno de identificar lo que tiene que ver con Dios con lo obsoleto, lo que ya pasó, y por la falta de alternativas realistas. ¿Qué hacer aparte de rezar y de tener buenos propósitos? La respuesta es motivar a los padres de familia y hacerlos entender la centralidad de su papel en la educación de sus hijos. ¿Cómo? EVANGELIZANDOLOS y dándoles seguridad en su capacidad para realizar su tarea, no hay otro camino.


PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.