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9 de septiembre de 2010

RELATOS PERUANOS # 1

RELATOS PERUANOS 1

LA HERMOSA BANDERA PERUANA

PERÚ EN MI LIBRO DE TEXTO E INFANCIA

Cuando era niño (ya hace un buen rato, cierto) en la escuela primaria estudiamos un poco sobre las culturas de mesoamérica (porque las de norteamérica eran poco relevantes, creo) entre ellas: aztecas, mayas y toltecas. Y al hablar acerca de sudamérica, sólo estudiábamos una: Los Incas. Y hablar sobre los Incas era por supuesto hablar de PERÚ.

Como entre sueños, recuerdo esa magnífica imagen de la zona arqueológica de Machu Pichu que estaba en el libro de Ciencias Sociales de sexto grado... la cuál ahora tengo en mi propia cámara. Recuerdo también las Llamas y las Alpacas (claro en fotos tamaño credencial, del libro). Y cómo olvidar que los Incas son los que le dieron al mundo las papas. Recuerdo también un nombre: Tupác Amaru.

MAPA POLITICO DEL PERU

También en la misma clase de Ciencias Sociales –de la que era fanático en especial por sobre Matemáticas-- cuando estudiamos la época del Virreinato, vimos con pasión la organización del Imperio Español y sobresalen El Virreinato de La Nueva España (México y los territorios que los gringos nos “compraron” y que son los Estados del sur de Estados Unidos) y por supuesto el Virreinato del Perú. Y si mal no recuerdo los otros Virreinatos españoles eran: Nueva Granada y Del Río De La Plata... y las Capitanías Generales que estaban subordinadas a los Virreinatos. Bueno... las grandes ciudades de la América virreinal eran Ciudad de México y Lima. Eso nunca se me olvidó de Ciencias Sociales. Recordar ésto es más fácil que hacer una raíz cuadrada.


Como niño, me acordaba de Perú porque su capital tenía un nombre gracioso: Lima... lima-limón (compréndanme, tenía 11 años). Si, me parecía gracioso que una ciudad se llamara como una fruta... bueno después de todo, si tenía un compañero cuyo apellido era Piña y en otro salón había un Limón ¿Por qué carajos no podría haber una ciudad que se llamara Lima? Eso me tranquilizaba... y dormía bien después de mis elucubraciones intelectuales de niño de 11 años. En un concurso sobre las capitales a un compañero lo quisimos ayudar... cuando le pregunta la maestra sobre la capital de Perú, se bloquea, le suda el copete copiosamente y entonces un compañero –del mismo equipo-- le enseña una naranja que traía para el recreo; y afortunadamente entiende la “bati-señal” y dice: “Naranja, Limón... maestra, maestra, ya se, es Lima” Ganó nuestro equipo y nos fuimos muy contentos a jugar fútbol al patio, como verdaderos campeones de las capitales... y las frutas.

¿Llama, alpaca o vicuña? Que un peruano me aclare la diferencia

Recuerdo también haber conocido a un joven peruano que era estudiante de medicina y que en alguna ocasión anduvo por el vecindario –mandado por la universidad-- vacunando perros. Y me llamaba muchísimo la atención que su bandera –que me parecía casi tan bonita como la de nosotros-- tuviera al centro la forma como de un rico cuernito (es un tipo de pan dulce mexicano muy rico) y un caballito (después supe que era una llama, pero no de fuego).


PERÚ DESPUÉS DE LA INFANCIA

Cuando estuve en Los Angeles estudiando Inglés en “Cambria English Institute” tuve una compañera peruana que se llamaba Margarita. Ella vivía en Lima, en Miraflores (ahora ya se que tenía “plata” porque es una zona muy exclusiva). Margarita era en verdad simpática y nos hablaba –hasta por los codos-- de lo hermoso e interesante que era Cuzco y Machu Pichu... yo en ocasiones hasta sospechaba que trabajaba en el Ministerio de Turismo por lo bien informada que estaba y lo inistente de su propaganda en favor de esos lugares de su país. Ahora que ya conozco, le doy la razón.

Después para mi Perú sonaba por dos presidentes famoso que tuvo: Álan García y Alberto Fujimori. Me sorprendía que al principio eran muy populares al iniciar su mandato y ya al último nadie los quería (¿Serían mexicanos? Porque acá así pasa con los gobernantes también... al principio de su periodo son dios que baja a la tierra y al final son el diablo –que debe regresar al infierno-- en persona y a todo color y nadie los quiere ver... mucho menos saludar).

Algo que me sorprendió mucho fue saber que San Martín De Porres era peruano. Yo imaginaba de niño que era más bien gringo, tal vez brasileño o de otro país. Me sorprendía esa humildad de su historia y su imagen con la escoba en la mano y sus animalitos alrededor. Como pueden darse cuenta, yo no tenía mucho qué ver o considerar con este país, pero si sabía desde pequeño dónde quedaba y alguna que otra característica... tenía curiosidad por saber cómo era Lima y cómo era Machu Pichu. Perú me provocaba curiosidad. Nunca pensé que algún día Dios me daría la oportunidad de estar más de una semana por allá. Con gusto algún día, si Dios lo permite, volveré.


CALVARIO PERUANO

Cuando tomamos la decisión de hacer un “pequeño” tour que incluía Perú, Chile y Uruguay, nos dedicamos a la tarea de ver qué necesitamos. Pasajes de avión y visa para Perú. Ni en Chile ni en Uruguay nos pedían visa, pero para Perú si. Y empieza el calvario. Buscamos la página web para ver los requisitos y luego llamamos al consulado honorario en Guadalajara.

EL PALACIO NACIONAL EN LIMA, PERÚ


Nos pedían muchos requisitos, hagan de cuenta que era para pedir la visa gringa y aparte, algo adicional por la influenza del puerquito que se puso de moda: certificado médico de no tener esa enfermedad. Suplicio. Ya fuimos al certificado médico, juntamos papeles de Banco de nuestra cuenta del libretón, acta de nacimiento de la bisabuelita, certificado del kinder, etc, etc. Fue un gran rollo conseguir que nos contestaran las llamadas y que nos dieran la cita para la entrevista. Teníamos que ir a la embajada a chilangolandia... ¡¡¡Dios mio¡¡¡ Nos dieron la cita para quince días después.

Incluso pensamos en mejor no ir. Pero San Martín De Porres hizo un gran milagro. Dos días antes de la fecha de la cita en la embajada se nos notificó que a partir de ese día se suspendía el requisito de visa para los mexicanos. ¡¡¡¡Gloria a Dios¡¡¡¡. Ahora entiendo que ese requisito lo pusieron porque el gobierno mexicano pide visa a los peruanos, pero ¿qué culpa tenemos nosotros? Bueno... prueba superada. ¡¡¡Allá vamos Perú¡¡¡

Desde Enero o Febrero del año 2008, el P. Fray Luis Alberto Meza y yo empezamos a planear un viaje. El decía “Vamos a Perú”. Yo le decía, vamos a Tabasco, porque Tabasco es un Edén... me decía que en Tabasco hacía mucho calor y decidimos ir a Tabasco después. Yo quería ir de nuevo a Uruguay. Bueno convenimos en ir a Perú, Chile y Uruguay... y hasta fuimos a Brasil (nada más a Yaguarao). El conocía Perú y Chile... yo conocía Uruguay y Chile, así cada uno conoció un nuevo país. La verdad yo tenía un poco de miedo ir a Perú... y no por Fujimori o Álan, sino porque ir a Machu Pichu era subir y bajar como cabras montesas y hacía dos años me había caído de la azotea por... por curioso y descuidado y me quedaba un dolor en la rodilla que no me dejaba. En el nombre sea de Dios, y del turismo, con todo y rodilla mala, allá voy.

Despegamos de la nueva Terminal 2 del aeropuerto internacional de la ciudad de México. Y nos tocó tener de vecinos a unos peruanos que venían de Cancún... y yo no conozco Cancún, rayos. Pero me enteré que... ellos ¡no conocen Machu Pichu¡... uuffff que bien, estamos a mano. Y nos dijeron que eran de Miraflores ($$$$$)... lástima que no nos invitaron a su casa... es que no tenemos cara de padres, yo creo por eso...

AEROMÉXICO


Volamos por Aeroméxico, buen servicio, buen avión. Todo bien. Finalmente llegamos. Y me dice el P. Luis: “Vas a ver que me van a detener” ¿qué? ¿Por qué?. -Que dizque porque hay uno que se llama como yo y es un delincuente. -Más bien, ¿no lo habrán confundido a él contigo?, pregunté. No le hizo mucha gracia mi comentario. -¿Y se parecen?, interrogé. -No, ni siquiera tienen foto del otro, me contestó. Ahhh bueno. Ya estaba advertido. Y dicho y hecho, yo pasé muy bien como nada y el P. Luis se quedó detenido en las oficinas como una hora. Después al cabo de esa hora sale con cara de pocos amigos y los ojos rojos de rabia. Y le digo: -¡Mira que bien ya te soltaron¡. -Bola de mensos, dice. Y luego se ríe. -Esta es como la quinta vez que me detienen, afirmó. -Ahh le digo, entonces eso ya más bien es una amistad entrañable, ¿Por qué no te los haces compadres?. -Pero ¿a todos los policías del aeropuerto?, dice sonriéndo... Sí, tiene razón eran muchos. Bueno, pues ya llegamos... CONTINUARÁ...
(¡Qué emoción¡ ¿No?)

EL AEROPUERTO DE LIMA

PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.

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