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8 de marzo de 2010

AGUASCALIENTES TAMBIÉN CAMBIA


SER CATÓLICO AHORA Y AQUÍ

EL ENTORNO CULTURAL DE LA DIÓCESIS DE AGUASCALIENTES

Aguascalientes no puede substraerse a la realidad nacional ni internacional. Gracias al rápido proceso de industrialización y urbanización, ha crecido en números absolutos el porcentaje de madres trabajadoras –solteras y casadas-- y por ende de hijos “de medio tiempo”. Es decir, hijos que no están en el transcurso del día bajo la supervisión de al menos uno de sus progenitores.



A esto agregemos la enorme influencia de los medios de comunicación en sus diversas modalidades, en especial, de los medios electrónicos. Sin darse cuenta y sobre todo por cuestiones laborales, los padres de familia han dejado la gran responsabilidad de educar a sus hijos a terceros entre los que enumeraremos abuelas cansadas y a los ya citados medios de comunicación. El proceso de transmisión de la cultura, los valores --y sobre todo la fe-- lo llevan a cabo extraños con sus consecuencias irreversibles. La identidad de familia, de pueblo y de Iglesia se va perdiendo inexorablemente como consecuencia de la búsqueda del progreso material.


Lo citadino, lo urbano ha ido desbancando a lo rural. Ante lo endeble de la formación en la fe dada por los padres de familia y la Iglesia, todo lo que tenga que ver con Dios, en forma inconsciente, se ha “clasificado” en la conciencia colectiva, como “lo viejo” es decir lo que ya ha pasado al arcón de la Historia. Y como en Aguascalientes queremos estar al día en todos los ámbitos, poco a poco la Fe en Cristo Jesús se pone a un lado. No podemos posponer el progreso ni el desarrollo. Hay que buscar alternativas para lidiar con ello.

Aguascalientes –como muchas otras entidades-- se va descristianizando en la medida en que progresa en lo económico por este fenómeno de identificar lo que tiene que ver con Dios con lo obsoleto, lo que ya pasó, y por la falta de alternativas realistas. ¿Qué hacer aparte de rezar y de tener buenos propósitos? La respuesta es motivar a los padres de familia y hacerlos entender la centralidad de su papel en la educación de sus hijos. ¿Cómo? EVANGELIZANDOLOS y dándoles seguridad en su capacidad para realizar su tarea, no hay otro camino.


PBRO. ROBERTO SÁNCHEZ DEL REAL.

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