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13 de febrero de 2010

JESÚS ESTÁ VIVO

Bueno decir que JESÚS ESTÁ VIVO para muchos será sorprendente. Para otros esta expresión es novedosa, para algunos pocos una verdad irrebatible. Nosotros los cristianos (y aquí entramos católicos y evangélicos, ortodoxos, luteranos, etc) aceptamos este hecho, como dogma de fe, pues creemos en la resurrección del Señor... San Pablo dice que si Cristo no resucitó vana es nuestra fe.



Y precisamente porque está vivo (Jesús) sigue sanando a los enfermos, como nos decía el siempre impactante P. Emiliano Tardif. Decir que Jesús sigue sanando a los enfermos puede parecer una expresión temeraria, pues habrá quién pregunte ¿Cómo los sana? ¿Dónde los sana?. Que gracioso, aceptamos que lo hizo todo y que es TODOPODEROSO pero muchos no creen que se ocupe también de sanar a los enfermos. Si para Él valemos la sangre preciosa de su Hijo Jesús, pues bien se toma la "molestia" de ocuparse de nosotros.



Todos hemos oído hablar de las "Misas de Sanación". De por sí, por su naturaleza, TODAS LAS MISAS SON DE SANACIÓN. En todas actúa El Señor. Pero nos entendemos... otros las llaman "Misas Carismáticas". Para algunos esas "Misas Carismáticas" son aquellas en las que se aplaude y se canta mucho. A pesar de que todos los Papas --incluídos Juan Pablo II y Benedicto XVI-- han aceptado a la corriente de espiritualidad llamada "Renovación Carismática" ésta sigue siendo perseguida (aunque poquito y por debajito del agua en ocasiones) y ridiculizada por alguno que otro obispo y muchos sacerdotes y laicos. Por desgracia siempre que algún obispo no la aceptó, cientos de hermanos terminaron fundando sectas pentecostales (hace algunos 30 años por allá por Sinaloa, por ejemplo)

 


A las que unos llaman "Misas de Sanación" mejor les llamaremos "Misas de Enfermos". Estas Misas se caracterizan por varias cosas: Se usa el formulario de la Misa para pedir por los enfermos, se expone, al final, el Santísimo y se unge (con el Óleo de los Enfermos) a los que piden ser ungidos porque consideran estar enfermos corporal o espiritualmente. Se predica generalmente sobre la Resurrección del Señor, sobre lo malo de acudir a la brujería y hechicería, sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y sobre el poder de Dios que se manifiesta a través del Sacramento de la Unción de los enfermos.


Los enemigos de estas Misas (católicos, eh¡) dicen que éstas fomentan el sentimentalismo entre los fieles y que no ayudan a que maduren en su fe. Resulta según esa mentalidad "cuadrada" que querer sentir a Dios se convierte en "pecado". Les habla uno de los carismas (ver I Cor 12-13) y dicen que eso era en el pasado, ¿Entonces la Iglesia ya no sirve?.

Incluso descalifican el que las personas busquen la salud por medio de la oración y los Sacramentos. Yo les pregunto, ¿Los Sacramentos no sirven para nada, sólo para "recordar" a Dios pero sin efectos en nuestra vida?. Seguramente que esa puede ser la respuesta "correcta" para muchos católicos super ortodoxos. ¿Tiene algo de malo esperar de Dios salud y bienestar? No, por supuesto.


Es claro que para propiciar que nuestros católicos conozcan a Cristo --en el sentido existencial y personal de una experiencia religiosa profunda-- necesitamos primero evangelizarlos en base al kerygma, que no debiera ser --por cierto-- de uso exclusivo de la Renovación, sino patrimonio bi-milenario de la Iglesia.

Un día un Doctor en Teología Dogmática de la Universidad Gregoriana (genuflexión, por favor ¡¡¡) me dijo que los Sacramentos "no son algo sino signo de ese algo". Y le pregunté: "Entonces Jesús ¿No está presente en el Sacramento de la Eucaristía?" No me contestó nada... seguramente su "respuesta correcta" era esa y no quiso expresarla, no fuera que yo perdiera la fe (a la mejor no quería que estuviera como él, sin fe real, y se lo agradezco)

También entre nuestro pueblo, muchas veces, la idea que hay es que el Sacramento de la Unción es para los moribundos, es decir, con vistas a morirse no a sanar. Falso. Si leemos Sant 5,14-15 nos damos cuenta de que el sentido del Sacramento es PEDIR LA SALUD Y ALIVIO del enfermo.

Esas Misas de enfermos y todo lo que El Señor por medio de la Eucaristía, la oración eclesial y la Unción hace en las personas, todo ello es para mi, no un signo, sino UNA PRUEBA DE QUE JESÚS ESTÁ VIVO. No nos cansemos de decirlo y sentirlo: ¡JESÚS ESTÁ VIVO¡

1 comentario:

  1. que lastima que solo nos visites una vez al año y por tan poco tiempo.
    siempre es un honor tenerte en casa (ciudad Obregon). recibe un fuerte abrazo y que dios te bendiga querido amigo.
    loly molina de parra

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