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17 de enero de 2011

UNA PARROQUIA Y OTRA

¿QUE HACE LA DIFERENCIA ENTRE UNA PARROQUIA VIVA Y UNA PARROQUIA INOCUA?


Precisemos... Hablaré de vida parroquial y vida personal.

VIDA PARROQUIAL:

¿Qué hace la diferencia entre una Parroquia "del montón" y otra que está viva e influye en forma positiva en la vida de la comunidad? Esta es la cuestión. Sabemos que hay otras diferencias entre parroquias: Pobres o ricas, bonitas o feas, abiertas o cerradas, cómodas o difíciles, extensas o pequeñas, estructuradas o desorganizadas, humanizadas o burocratizadas. Empecemos por establecer que, para fines de esta reflexión, la cuestión central es la influencia --o falta de ella-- de una parroquia en la vida de una comunidad. La cuestión es si la parroquia "modifica" la realidad o si es parte del problema y no importa en absoluto lo que haga o deje de hacer.

Quienes desde la confección de directrices pastorales buscan el bien de la Iglesia, con mucha razón, le dan mucha importancia a los planes pastorales y a todo lo que de ellos se deriva. Y esto es un paso correcto... Pero falta lo esencial. De alguna forma las instancias pastorales son organismos y entes "animadores" de buena fe; es decir, sus directrices son propuestas, con un cierto grado de obligatoriedad, pero su aplicación o no, abre el panorama a un espacio, a mi gusto, demasiado amplio de discrecionalidad. Y aquí --en ese amplio y por sí mismo subjetivo espacio-- es en donde se pierde la eficacia y se desaprovecha la oportunidad pastoral.



Por otro lado, lo que se hace o se deja de hacer, no puede muchas veces ser evaluado en forma objetiva, pues falsear información por parte de los responsables --clérigos o laicos-- se da. Y se falsea la información no por mala fe --no en la mayoría de los casos-- sino por la ausencia de parámetros claros y objetivos de evaluación. Aquí el reto es precisar esos parámetros. Pocas veces queremos abandonar nuestra "zona de comfort pastoral" pues ello implica abandono de la zona de comfort personal.

Un pastoralista dirá que la parroquia que incide en forma eficaz y positiva en la vida de una comunidad es aquella que cuenta con sus planes pastorales, sus consejos y que tiene suficientes laicos comprometidos que trabajan en consonancia con el Plan Diocesano de Pastoral. Y esto será un gran paso en el sentido correcto... Pero falta lo más importante.

Por lo regular se ha privilegiado lo organizacional, y las estructuras pastorales a todos los niveles están consideradas como la panacea de la eficacia pastoral... Pero tengo mis dudas muy serias. Hay cientos de parroquias que --en el papel-- están en forma excelente, pues cuentan con todo lo que se necesita: Un párroco que trabaja en forma dócil a los planes, Consejo Parroquial, Pastorales estructuradas, agentes capacitados, instalaciones y espacios necesarios, material adecuado... Pero falta lo más importante.

Lo más importante, lo que mucho falta y lo que hace la diferencia entre una parroquia que influye en la vida de su gente y de su comunidad, es LA EVANGELIZACIÓN. Si el párroco y sus agentes de pastoral están evangelizados, su acción y trabajo necesariamente influye en la vida de las personas y la comunidad, porque entonces quien obra a través de ellos es el mismo Espíritu Santo. Sin un encuentro personal con el Resucitado --por medio de la Evangelización Fundamental-- el que predica o enseña, el que anuncia o dirige, no tiene la eficacia de la acción de Dios en su trabajo de Iglesia. Podemos no tener salones, podemos no tener material, podemos no tener consejos o estructuras adecuadas, pero si se está evangelizado tenemos al Espíritu Santo TRABAJANDO con y por nosotros... Y Él es la eficacia. Sin Él nuestro anuncio es mera propaganda o trabajo social o actividad cultural y cultual.


VIDA PERSONAL:

No nos asustemos, pero se puede dar --mucho más de lo que pensamos-- que haya no sólo laicos sino también sacerdotes y obispos que --como no están evangelizados-- no conozcan a Jesús Vivo. Su trabajo eclesial podrá ser desarrollado con energía, buena fe y buenos métodos y producir frutos innegables. Pero, ¿Serán frutos que permanezcan para siempre?

Es muy difícil sostener la fe del pueblo y la visión positiva que de la Iglesia tengan las personas A BASE DE BUENAS INTENCIONES. Tarde que temprano la naturaleza humana nos podrá jugar una mala pasada y LO QUE CON MUCHO ESFUERZO SE CONSTRUYO A BASE DE EXCELENTES ESFUERZOS HUMANOS, CON MUCHA FACILIDAD PUEDE QUEDAR HECHO AÑICOS. Debemos entender que --en todo trabajo de evangelización ó catequésis-- son tres los protagonistas: El que predica o enseña, el que recibe o acoge y El Espíritu Santo. Si falta este último, el trabajo del primero no rinde y la disposición del segundo no basta.

Se le tiene aversión a la Evangelización Fundamental porque en forma errónea se le asocia sólo con el Movimiento de Renovación Carismática. Esta es propiedad de la Iglesia pues es el método pastoral de Cristo y los Apóstoles y no de Movimiento alguno. Y por cierto, la Renovación tiene la virtud de HABERLA HECHO SUYA DESDE SIEMPRE. En el caminar eclesial --en muchas diócesis-- no se ha hecho de la Evangelización Fundamental la piedra de toque de la acción pastoral a pesar de que el Plan Diocesano así lo mandata; se han privilegiado las estructuras pastorales --que son buenas y necesarias-- posponiendo para no se sabe cuando la Evangelización, aunque este marcada en el curso de acción.

El agente de pastoral evangelizado --laico, sacerdote, obispo ó religioso-- no trabaja bajo sus criterios personales, sino bajo los criterios del Espíritu, que son los de la Iglesia; no se desanima ante la adversidad, no se desmorona ante la falta de medios adecuados, no se frustra ante la falta de resultados tempranos y visibles, no se paraliza ante la irresponsabilidad ó egoísmo de los demás. Por el contrario, ante todo lo anterior, renueva sus esfuerzos y trabaja por Cristo con mayor ahínco y decisión.

No se anuncia a sí mismo, ni busca sus intereses; anuncia a Cristo y busca los intereses de la Iglesia, Influyendo con ello en forma clara en la vida de los demás a nivel comunitario y también personal. Recuerde: Trabajo pastoral sin Evangelización es arar la tierra y sembrar piedras: Nada pasará. No habrá frutos que duren para siempre.

Ya son demasiados años sin que pase mucho en nuestra Iglesia ¿No cree Usted?.


PBRO. ROBERTO SANCHEZ DEL REAL.

1 comentario:

  1. Hola padre, sabe? tiene mucha razón con lo que comenta, a mi me ha tocado vivir esas carencias espirituales en grupos y personas que se supone trabajan para Cristo, pero desafortunadamente no lo buscan a Él, si no, que se buscan a ellos mismos, y convierten ese grupo en un club social, en donde van a conocer personas, a sacializar en fiestas, reuniones, etc, y olvidan el objetivo verdadero; según yo, ese tipo de grupos deben ser un lugar en donde uno fortalezca la comunión con Dios, para así poder dar un testimonio de vida, ser diferentes al montón, ir en contra del mundo y a favor de los Mandamientos, ojalá de verdad tomaramos en serio el valor de la evangelización, que nos lleva al conocimiento del verdadero y único Dios, pues nadie puede amar al que no conoce, Dios lo bendiga por tomar en serio su papel como sacerdote y darsenos a nosotros...

    Atte: Ale :)

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