MUY PRONTO JUAN PABLO II BEATIFICADO

LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

En unos días --el 1ero de Mayo Domingo De La Divina Misericordia-- viviremos un suceso histórico largamente esperado, en especial por nosotros los mexicanos: La Beatificación del Papa  Juan Pablo II. Para la gran mayoría de adultos-jovenes él fue simplemente "El Papa", es decir el único que habrían conocido. Y ni que decir de los adolescentes. Y, no es por nada, pero, aún para adultos mayores y adultos contemporáneos cuando se habla sobre el Papa, en forma inconsciente, nuestra mente y corazón nos transportan hacia Juan Pablo II. En varias ocasiones he cometido el error de, en la Misa, mencionarlo a él, en lugar de Benedicto XVI.

JUAN PABLO II ORANDO

Para la gran mayoría de los no-católicos, la beatificación de Juan Pablo II es el equivalente a nombrarlo súper héroe. Aunque hay un buen número de ellos que lo respetan y hasta algunos que lo quieren. Para la mayoría de los cristianos no católicos hay santos de primera y de segunda. Los de primera son por ejemplo Pedro y Pablo, Juan. Y los de segunda, son todos los demás que ha canonizado la Iglesia bi-milenaria a la que no aceptan. Pero, santos unos y otros... Posiblemente para muchos de ellos María será --si bien le va-- santa de tercera, pues la mayoría no ha comprendido su grandeza (¿Tendrán sus Biblias los capítulos 1 y 2 del Evangelio de San Lucas?)

Para nosotros los católicos, la beatificación, es tener la certeza de que por la gran misericordia de Dios y por la forma en que el mencionado vivió, Juan Pablo II goza de su presencia y por ello puede interceder por nosotros SIN POR ELLO DESPLAZAR A CRISTO, pues en sentido TOTAL Él es el ÚNICO INTERCESOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, como nos enseña la Teología Católica clásica de todos los tiempos, que se basa por supuesto --por mencionar sólo una fuente-- en la Carta a Los Hebreos, desde hace VEINTE SIGLOS.

Y los Protestantes ilustrados se hacen los sorprendidos por este elemento de la Fe de la Iglesia DE SIEMPRE, no de hace 500 años ó 20... de siempre. Pose histórica que busca dar razones teológicas a lo que no las tiene: El cisma de Lutero & Company. Bastaría ver las cartas de San Pablo en donde pide a los hermanos interceder por él. Y todos alguna vez les pedimos a los demás --sobre todo cuando los consideramos virtuosos-- que le pidan a Dios por nosotros y nuestras necesidades. Pero habia que alegar "herejía y desviación de la Iglesia" para hacer "otra" de acuerdo a su diseño inspirado en razones políticas que tienen que ver con los príncipes Alemanes de aquellos años y sus líos con Carlos V de Alemania y I de España... Historia.

Por fin, la Iglesia en forma oficial declarará lo que intuíamos: Que Juan Pablo II es santo, es ejemplo, es inspiración para quienes tratamos de llevar una vida cristiana, no para ganar la salvación, la cual solo la da Cristo, sino para expandir en la Tierra "El Reino De Los Cielos".

Estemos alerta, es muy posible que días antes de la beatificación el lobby secularista mundial de pronto "descubra algo" contra Juan Pablo II... O tal vez esta vez no lo hagan por considerar que no es bueno mediáticamente "atizar" las simpatías por Juan Pablo II. Estoy seguro que este acontecimiento romperá récords en muchos ámbitos: De audiencia televisiva, de asistencia a la Plaza de San Pedro, de viajes a Roma, de asistencia a actos paralelos en muchos países del orbe. Ojalá que este acontecimiento nos ayude también a amar cada vez más a Dios, a la manera de Juan Pablo II...

Pero hay el peligro latente de que nos distraigamos de lo esencial: Aceptar a Jesús como nuestro Salvador personal. Juan Pablo II aceptó la salvación y lo hizo centro de su vida, pero, ¿Y nosotros?. Dice San Pablo "sean imitadores míos, como yo lo soy de Cristo". Seamos también imitadores de Juan Pablo II... Imitémoslo, también --como él-- hagamos de Cristo el centro de nuestra vida... Esa es su principal enseñanza. ¡Alabado sea Jesucristo!.

Pbro. Roberto Sánchez Del Real.