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5 de marzo de 2012

UN SECTOR MARGINADO DE LA IGLESIA

LA PASTORAL DE ADOLESCENTES


LO EVOLUTIVO Y LO SOCIAL


EL MOMENTO PRESENTE


No podemos negar que los ritmos sociales y familiares han cambiado: por un lado se atrasa el momento de la toma de compromisos (la edad de casarse, de tener hijos, por ejemplo) y por otro lado, se alargan los rangos cronológicos de las etapas evolutivas del ser humano, en nuestra cultura occidental –en general– y mexicana en particular. No hace mucho tiempo, una persona de 20 años era considerada un adulto en toda la extensión de la palabra. Ahora –la generalidad– considera a un veinteañero como un adolescente; y nuestros muy sufridos veinteañeros felices de la vida, pues pueden moverse a sus anchas en esa elástica franja a su conveniencia y discresión: en la pista de los derechos los tienen todos y en la pista de las obligaciones todo se les puede ‘perdonar’ y con facilidad justificar.


ANTES JOVENES AHORA ADOLESCENTES


Así pues, alguien que está entre los 14 y 19 años es llamado adolescente. Y, en esta etapa, sin la madurez requerida, toma muchas de las decisiones que marcarán su rumbo “vital”: si terminará una carrera o no, si empezará su vida sexual o no, si se ‘permitirá a sí mismo’ el uso de drogas y alcohol o no, si será ‘católico’ o ‘ateo’, si encarnará el papel de persona responsable y consciente o no… ESTA ES LA ETAPA CLAVE en cuanto a decidir si Cristo será el centro de su vida, si pertenecerá en verdad a la Iglesia como un miembro realmente activo o si será sólo parte de los registros parroquiales de bautismos, primeras comuniones y confirmaciones.


ANTES ADOLESCENTES AHORA PRE-ADOLESCENTES


Una persona entre los 11 y los 13 años, en el pasado, prácticamente –en lo social y lo familiar– era un niño: obedecía, acataba, respetaba, estudiaba, jugaba, no contaba mucho… Seguía –obedientemente por lo general– el camino que se le trazaba. Ahora, por el contrario, en esa edad se inician las rebeldías, los gustos personales, la semi-autonomía: ya tiene ‘sus cosas’, ya dice con todo aplomo ‘no quiero’, ya goza en serio de mucha privacidad. Ya tiene una voz a ser considerada por la familia y la sociedad.


LO PASTORAL


Creo que la mayoría de los sacerdotes que trabajan con adolescentes están muy conscientes de los cambios que arriba enuncié. Debo aclarar que ya pagué ‘mi cuota de sangre’ pues por diez laaaaargoooos años trabaje con adolescentes en el Movimiento de EPA (Encuentros Para Adolescentes) pero ya –gracias a Dios– poco tengo que ver con ese submundo tan importante… Terminé cansado y sigo cansado. Mi consideración –muy sentida– a los que trabajan con adolescentes.


Ignoro por qué se truncó el paso que llevaba la Pastoral de Adolescentes a nivel nacional. Dicen que porque se integró a Pastoral Familiar. Don Trinidad González –obispo auxiliar de Guadalajara– hizo un magnífico trabajo como asesor episcopal de adolescentes hará unos diez años.


Veo con preocupación cómo esta pastoral es PRIORIDAD DE PAPEL y nada más. De seguro que por el oráculo de algún “genio” de la Pastoral que asesora a los obispos se decidió ‘integrarla’ (un buen término para desaparecerla) a la Pastoral Familiar. SEÑOR GENIO (quien sea, que dudo vaya a leer esto porque no lo pienso enviar ni haré algún inútil tramite a “donde corresponda”) su idea ha sido un fracaso. Nuestro país se empieza a “uruguayizar” (no hay adolescentes en las parroquias ni jóvenes y los seminario se empiezan a vaciar). Y perdón si a alguien ofende este neologismo que uso, es con buena intención.


Señores obispos, vean la realidad… Piensen en el futuro de la Iglesia. ¿Podrían por favor apoyar en serio la Pastoral de Adolescentes?. Yo sé que nada pasará… Este artículo se perderá en la infinitud virtual del ciberespacio y los señores obispos, sus ‘gurús’ de la Pastoral y nosotros seguiremos con nuestras cuentas alegres de 83 % de católicos en México… ¡Simón! Como dice un sobrino mío… Que precisamente es adolescente… Y Simón en ese mundo es Sí, pero de a mentiritas, para salir del paso y evadir responsabilidades.


PBRO. ROBERTO SANCHEZ DEL REAL.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con usted Padre; primero que nada una tarea realmente dificil el trabajo con adolescentes, ahora aún más con jóvenes que no quieren dejar de ser adolescentes. Lamentablemente, ahora el mundo nos ofrece esto, jóvenes que no quieren dejar de ser adolescentes; ya que es un estilo de vida muy comodo; sin embargo es muy bueno el saber, que contamos con personas como usted, que brindan la oportunidad de seguir trabajando con estos chicos, que forman una parte considerable e importante de la población, y además que no debe descuidarse ya son el futuro de nuestro país.
    Cynthia Molina
    Pastoral Jóvenes y adolescentes
    Parroquia Sr. de la Misericordia

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