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25 de agosto de 2011

JESUS ACTUA EN LOS SACRAMENTOS

OTRO TESTIMONIO DE QUE JESÚS ESTÁ VIVO; SIGUE SANANDO...


Mi nombre es MARIA DOLORES MOLINA BERNAL. Tengo 49 años, y quiero dar por escrito, para la gloria de Dios, mi testimonio de sanación, avalada por la ciencia médica.
Todo empezó a principios del 2007, cuando de repente empecé a perder lentamente las fuerzas, al principio fue de una forma casi imperceptible; creía que se debía a un cansancio físico, pero cuando me empezaron a ocurrir cosas pequeñas, pero molestas, como a caérseme la cuchara de la sopa en la mesa, a no poder sostener un pañuelo ni poder escribir en forma legible, ahí me empecé a alarmar mucho. Ya para entonces tenía muchas dificultades para tareas simples como abrir cosas, puertas, llaves de la regadera o sostener latas en mis manos. Por ello alarmada, en forma precipitada, acudimos a un medico amigo internista; su nombre ETSUO TIRADO HAMASAKI. En la consulta, cuando le platique de mis síntomas, él me dijo casi inmediatamente: “creo que es el SINDROME DE GUILLAN BARRE, por que así se presenta el cuadro, pero como ha avanzado muy lento creo que es ATIPICO me dijo: sé de un médico para este problema”.

Y pasaron dos semanas y mi situación y estado de ánimo seguían empeorando, al grado de que ya no podía sostenerme en pie; me caía a cada rato; al hablar, mi lengua ya no tenia la movilidad normal, por lo tanto mis conversaciones eran entre-cortadas, limitantes y frustrantes, como si me hubieran anestesiado la lengua. Eso duro un par de semana.

Regresé con el medico, que para entonces, ya estaba viendo mi caso con un Neurólogo amigo suyo de todas sus confianzas, un profesional muy reconocido y de excelente reputación aquí en Cd. Obregón, donde resido. Me presenté a consulta y le comenté al doctor que no creía que fuera Guillan Barre ( yo estudie Químico Biólogo) y, aunque ya no ejerzo desde hace muchos años, estoy familiarizada con muchas enfermedades, ya que también fui circulante de quirófano con los doctores RODOLFO FARIAS GUTIERREZ, FERNANDO VALENZUELA, Y EL ORTOPEDISTA GONZALO IBARRA INZUNZA Q.P.D.

El Dr. Tirado, me dijo: “mira tengo que decirte que se me hace que es otra cosa hay dos enfermedades que se acomodan al caso una es CANCER y la otra la veo muy remota pero te mandare hacer estudios era el de la MIASTENIA GRAVIS”. Se me realizaron infinidad de estudios: tomografías, exámenes de sangre, resonancias magnéticas, Rx, electromiografía ( el estudio mas doloroso que jamás he experimentado ni lo haré gracias a DIOS) y el de la miastenia —que por cierto no se realiza en México—. Al cabo de unos 10 días me habla el doctor con los resultados. Eran positivos a MIASTENIA GRAVIAS, una de tantas enfermedades auto-inmunes e incurables. Lo único que me alentó es que entraba en remisión a cada tanto tiempo y no dejaba secuelas; eso, aunque devastador, me reconfortó.

La enfermedad siguió su curso y yo ya tuve que permanecer en cama por mis constantes caídas y mi dificultad para deglutir los alimentos, y ya no poder caminar. Así transcurrió un año mas o menos en cama total ( aquí quiero agradecer a mis queridas amigas Rosario, Hortensia, Letty, Mireya y Aída, quienes se encargaron de bañarme, ejercitarme, platicarme, leerme, darme de comer en la boca etc. Todos los cuidados de una persona discapacitada, y con un amor que pocas amigas tienen) un bendito día me dije: esto no es casualidad esto no pasa por que si…

Ahí empecé a pensar en Dios, y me dije: si Dios permite esto es por que me tuvo que acostar para que pensara en Él, para que me acercara más, y la única manera de hacerlo fue postrándome. Y como pude (con ayuda claro) me dirigí a la Iglesia del Rosario que quedaba a dos cuadras de mi casa, y la que apenas conocía. Allí me encontré con una secretaria sumamente amable que —casi sin entender mis palabras— me sentó en una silla y me dijo: el padre no tarda. Era el padre SALVADOR NIEVES CARDENAS, ahí ya no pude mas lloré y lloré con él. Él, como un hombre entregado a Dios, se puso a orar conmigo. Así pasaron diría yo unos cinco meses, hasta que me habló del PADRE ROBERTO SANCHEZ DEL REAL —que había sido su compañero en el Seminario de Aguascalientes— y de sus “Misas de Enfermos”. Yo asistí a una de ellas encantada, entregada ya a la oración, y al abandono en CRISTO. La Misa se llenó a más del triple de la capacidad de la Capilla.

¡JESUS ESTA VIVO¡


Para mi fortuna llegué temprano y me pude sentar en la primera banca, del lado derecho: “dicen” algunos que la Misa estuvo muy larga. Si, es cierto duró dos horas, pero les aseguro que para mi fueron sólo minutos. Allí, con el corazón en la mano, sólo Dios sabe la fe y la confianza que me invadieron ese día. Al llegarse mi turno —fui de las primeras personas— me paré frente al padre ROBERTO, y recibí DE ÉL EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS. Yo MARIA DOLORES MOLINA BERNAL, hoy quiero dar mi TESTIMONIO DE FE: la enfermedad entro en “remisión” a los pocos días de esa Misa.

No creo en las remisiones de la enfermedad que se me había detectado como “incurable” creo fielmente que la gracia de Dios me llenó y me sanó.
Termino este relato contándoles que jamás ha vuelto a mi la enfermedad que me habían detectado y diagnosticado como incurable; jamás he tenido otra recaída. Mi vida se recuperó en un cien por ciento, el milagro estaba consumado. Ahora camino correctamente y hablo con una fluidez déjenme decirles que mejor que antes. Quiero hacer un reconocimiento muy personal a las señoras de La Parroquia de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, aquí en Ciudad Obregón; ellas me invitaron a rezar FRENTE A TODOS los salmos, por supuesto que yo me negué, con la imposibilidad para hablar fluidamente, aparte de que me cohibía pues nadie me entendería, ellas con una dulzura que no puedo explicar con palabras, me dijeron “mira hija nosotros tenemos toda la vida viniendo a misa a diario levántate y lee los salmos nosotros nos los sabemos casi de memoria” y no olvido el abrazo de la señora MARUCA, que fue la que me ayudo a levantarme ese día y subir al altar a leer, claro que los primeros días fueron hasta cierto punto penosos para mi, pero le quiero compartir que no habían pasado cinco días de esta rutina que me había impuesto con todo mi corazón cuando al bajar del altar las señoras se sorprendieron de la fluidez y corrección para leer. Que le puedo decir empecé a leer con miedo y ahora créanme que es miel en mis labios.

NO QUIERO MENOSPRECIAR LOS INTENTOS DEL DOCTOR TIRADO, QUE SE ENTREGO A MI ENFERMEDAD COMO TODO UN PROFESIONAL, POR LO CUAL LE ESTOY MUY AGRADECIDA. PERO AQUÍ VIENE LO BUENO. EN MI NO OBRÓ LA MEDICINA SINO EL ESPIRITU SANTO; DIOS ME LLENÓ. FUE EL, QUIEN ATENDIO MI ENFERMEDAD “INCURABLE”. ESTAMOS EN EL 2011 Y —AHORA— ESTOY MAS SANA QUE NUNCA; JAMAS HE TENIDO RECAIDA ALGUNA.
PARA TERMINAR, DÉJENME DECIRLES, YO TENIA UNA PÓLIZA DE GASTOS MEDICOS MAYORES Y SE ME OBLIGO A SOMETERME NUEVAMENTE A TODOS LOS ESTUDIOS ANTERIORES PORQUE NO SOY CANDIDATA A POLIZAS. EL DOCTOR ME DIJO: “¿CRES EN LOS MILAGROS?”. Y YO ME REI “CLARO QUE SIIIIIIIIII YO SOY UNO DE ELLOS”, LE DIJE. CONTESTÓ: “PUES MIRA QUE SI LO ERES, TUS ESTUDIOS ESTAN PERFECTOS; AQUÍ NO HAY SEÑA ALGUNA NI RASTRO EN TU CUERPO, DE QUE HAYAS PADECIDO ALGUNA ENFERMEDAD”.
ALABO Y BENDIGO LA ENFERMEDAD QUE HIZO QUE ME ENAMORARA NUEVAMENTE DE JESUS, DE DIOS, DEL ESPIRITU SANTO; GRACIAS A ELLA ME REENCONTRE CON DIOS . PERO HERMANO MIO …. NO ESPERES A QUE ESTO SUCEDA….POR QUE SI SUCEDE. DEJATE LLEVAR POR LA MANO DE DIOS, SU PLAN ES PERFECTO Y MARAVILLOSO; LOS MILAGROS EXISTEN Y YO SOY UN VIVO EJEMPLO DE ELLO. LOS SACRAMENTOS, COMO EN ESTE CASO LA EUCARISTIA Y LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS, SON CANALES POR LOS QUE RECIBIMOS LA GRACIA Y EL AMOR DE DIOS. ¡SEAS BENDITO SEÑOR POR HABER DEJADO LAS 99 OVEJAS SANAS Y HABER VENIDO A BUSCAR A LA ENFERMA! Y TODAVIA, NO CONFORME CON ENCONTRARME, ME LLEVAS EN TUS BRAZOS.
¡JESÚS ESTÁ VIVO Y ACTÚA EN SU IGLESIA!.

Ciudad Obregón, Son. 16 de Agosto de 2011.

CON TODO MI AMOR:

MARIA DOLORES MOLINA BERNAL.

2 comentarios:

  1. Bendito seas mi Dios que obras en nosotros, con amor infinito

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  2. muy bonita esta experiencia de encuentro con Dios y su inmensa misercordia y amor.

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