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26 de junio de 2012

RELATOS PERUANOS 6

MACHU PICHU

EL VIAJE DESDE LIMA

Si bien es cierto que Lima atrae a millones de visitantes cada año, y Cuzco también, el verdadero “imán” del turismo en Perú es –sin duda alguna– Machu Pichu. Por supuesto que para llegar a Cuzco vía aérea lo más práctico es salir de Lima; un viaje por tierra se llevaría algo así como 15 horas, pues son un poco más de 1,000 kms de distancia… Por ello es más común ir por avión Lima-Cuzco y luego por tierra a Machu Pichu. Lo más tradicional es, entonces, esa ruta; y fue lo que el P. Fray Luis Alberto y yo hicimos. Él ya conocía casi todo el país, pues en años anteriores le tocó ser Secretario de Visita de la Provincia Franciscana de ‘Los Doce Apóstoles’ y quedó fascinado por Cuzco y Machu Pichu, más que por Lima.

Estar en Cuzco –joya colonial del Perú– de alguna manera te prepara para lo que viene: Machu Pichu. Un buen porcentaje de visitantes –como ya lo señalaba– son europeos. Si hay norteamericanos pero no tantos como en Cancún o Puerto Vallarta u otro destino típico mexicano. Y de esos visitantes europeos sorprende “escuchar” –porque lo escuchas involuntariamente al oír sus conversaciones– que un buen número de ellos son franceses, belgas, austriacos, holandeses, daneses y alemanes; también hay españoles, aunque se ven menos interesados que los anteriores. Mexicanos, la verdad éramos muy pocos.

Pues bien, desde Cuzco hicimos un traslado –en una camioneta van– a un pueblo –de esos que se ven improvisados y que surgen por el comercio– que para variar se llama “Aguas Calientes”. El camino es interesante pues va serpenteando las montañas y alcanza uno a ver la majestuosidad de los Andes nevados. Infinidad de riachuelos y aldeas. También puede uno ver llamas (pero no de lumbre, ¡tranquilos, tranquilos!) alpacas y vicuñas. Bueno, como no tenían un gafete con su nombre pues no supe cual era cual, o de parte de quien. Y, a la mejor, surge algún “peruanólogo” y me refuta… Tal vez sólo eran llamas ó sólo vicuñas ó sólo alpacas… NO SE. Incluso un amigo peruano me explicó cuáles viven allí y cuáles en Ecuador y Bolivia, pero la verdad a mi me parecen todas iguales. De que se veían muchos de esos animalitos se veían. Y me gustaba su forma despreocupada de vernos con sus grandes pestañas, y de masticar con tooooodddaaaaa laaa caaaalmaaaa del mundo. El pueblo de Aguas Calientes lo recorre la vía de lado a lado. La verdad no tiene atractivo alguno y todos sus habitantes viven del turismo: restaurantes, artesanías, recuerdos, agua embotellada, guías de turistas, etc. De aquí parten los autobuses cuesta arriba hacia Machu Pichu. Y al din llegó nuestro autobús, que iba hasta el copete, pero, eso si, sin pasajeros parados (y luego en las curvas vimos por qué… No crean que por finura, sino para no desafiar el sentido común y las leyes de la física que hablan de la ley de la gravedad por la que los pasajeros que no se agarran bien se caen).

AL FIN EL GRAN MACHU PICHU

Con nosotros iba un guía, (que no recuerdo su nombre, a la mejor si hubiera sido más bonita si me acordaría, perdón) que conocía muy bien el lugar… Incluso reclamó para si el ser descendiente de los Incas. Nos explicó muy bien toda la historia del lugar sagrado… Lo impresionante es que si se saca una fotografía del lugar a lo lejos y luego la ves en forma vertical, alcanzas a ver cómo la silueta de las montañas forman el contorno de un enorme rostro humano. Me impresionó cómo los Incas construían pequeños pasillos a lo largo de las montañas que usaban para sembrar, principalmente papas. Decía la guía que en la selva aún sobreviven tribus que llevan una vida muy primitiva y que no se ‘asoman’ a nuestro mundo. Decía también que a los Incas no los vencieron los Españoles con las armas sino con enfermedades: viruela, no se si tuberculosis, tifo, diarrea, sífilis y otras linduras por el estilo. Recordemos que los indígenas vivían en un mundo muy diferente al de los europeos y que aquel continente allá por los siglos XIV, XV Y XVI había sido asolado por varias epidemias, por ello los europeos eran más resistentes a esas enfermedades, ya “tenían callo” y nuestros indígenas no.

SU RELIGION Y ORGANIZACIÓN

Obviamente eran idólatras y politeístas y el centro de su religiosidad (para variar) era la naturaleza, centrada en el sol y la lluvia; temían y adoraban a la muerte, en contraposición a la vida. Se dice que ofrecían sacrificios humanos al sol. Su gobierno era una monarquía absoluta y hereditaria (no perdían el tiempo en campañas y elecciones ja ja ja) en la que se tomaba muy en cuenta a los guerreros, los sacerdotes y los ancianos; las mujeres no contaban para nada, sólo a la hora de trabajar y tener chilpayates. Lo que hay en Machu Pichu son en verdad ruinas, sólo vestigios. Los Incas cuando don invadidos por los Españoles destruyen ellos mismos la ciudad. A diferencia de Mayas o Aztecas, que tienen como centro de la religión a una serpiente emplumada y al sol, los Incas se centran en forma muy marcada en el sol. El rey se asumía como descendiente del sol mismo y dominaba junto con su familia y algunos nobles. Eso es lo que nos dijo la guía… Si hay algo equivocado, pues la buscan y le reclaman… La encuentran en Machu Pichu guiando a los turistas (me la saludan).

CONCLUSIÓN

Tuve la sensación, estando en este mágico lugar, de encontrarme en un punto intermedio entre el pasado y el presente y entre lo conocido y el filo de lo inimaginable. Me dio tristeza darme cuenta de cómo la mayoría de los latinoamericanos somos en verdad ignorantes de la Historia de nuestros pueblos y su Cultura. Es una vergüenza que mejor los europeos se interesen en nuestro pasado y tradiciones. Caminar por esas sendas, estancias, callejuelas y explanadas de Machu Pichu –viendo hacia la montaña y el precipicio que se abre a todos sus lados– me hizo sentir muy pequeño y vulnerable. Cavilaba en cómo habrán hecho para traer de kilómetros y kilómetros aquellas enormes y pesadas piedras monolíticas… Hay quienes dicen que tenían platillos voladores… Ya aquí la verdad no se qué creer; pero de que Machu Pichu es majestuoso e impresionante, en verdad lo es. Si Dios un día me lo permite regresaré.

1 comentario:

  1. ...esa sensación la tuve al conocer la ciudad de Tenochtitlán en tu México querido.. las imponentes pirámides al Sol y la Luna.. la calzada de los muertos con sus altares.. la obsidiana,, la venta de manteles.. en casa todavía conservamos y disfrutamos tomando la cena familiar en una mesa vestida con un mantel blanco con los dioses de los Aztecas...admirable cultura la de América!!!

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